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Ya he pincelado en previas ocasiones el cometido en el que me encuentro involucrada en mi vida actual, que indudablemente va más allá de lo meramente laboral y me siento infinitamente privilegiada y orgullosa por ello... trabajo con, por y para los sordos de una pequeña pero poderosa Isla del Caribe.
No quiero desvelar en este DÍA 190 los motivos que me llevaron hasta aquí, ni tampoco en exceso las actividades que realizo en mi día a día... sin lugar a dudas todo esto poco a poco va descubriéndose por sí solo como un enigmático truco de magia según vamos atravesando este espacio de extraño enriquecimiento compartido... lo que hoy quiero compartir es una reflexión que, recurrentemente, viene a mi cabeza desde hace tiempo.
Debo decir de antemano que nunca antes había tenido contacto con la comunidad sorda, de hecho nadie en mi entorno familiar, ese que nos va moldeando sin darnos cuenta durante la infancia, presentaba ninguna condición, ni de salud física ni mental. Crecí feliz, cuidada, impulsada constantemente a descubrir la vida y sus maravillas, querida y empujada siempre hacia la superación... como todos las personas tuve "mis cosas", ¡por supuesto!... pero las superé, de hecho cuentan las buenas lenguas que en cierta ocasión dediqué una carta (ensobrada en un DÍA 103) hablando superficialmente sobre este aspecto.
Uso el párrafo previo como prólogo pues me suelo encontrar en la tesitura de tener que decirlo de manera habitual, ya que es tristemente común pensar que quien dedica su vida a la solidaridad, quien trabaja por mejorar un poco el entorno, muchas veces humanamente decepcionante, en el que nos movemos... tiene que venir imperiosamente motivado por experiencias personales que le han hecho abrir los sentidos para notar la necesidad de justicia y fraternidad para con los demás.... nada más lejos de la realidad.
No es mi caso queridos visitantes y residentes de 12:45pm, yo traía todo eso de serie, la base ya estaba puesta cuando llegué sonriente a este maravilloso mundo lleno de magia, después mi familia hizo lo propio... mimó esa sensibilidad y me educaron en el respeto y la tolerancia... el resultado final aún no lo se, pues siento que me encuentro a mitad de camino, lo que sí se es que no hace falta haber vivido experiencias de manera directa para sensibilizarse, y mucho menos con quien más lo necesita... existe algo llamada empatía que ayuda enormemente a entender este sentimiento y, para mi alegría y también mi sufrimiento, siempre he pensado que a mí me sobra de ese extraño vocablo que macera y se reproduce en mi interior.
http://acuatroletras.blogspot.com/2011/12/entre-tus-manos.html |
...en este diamante que el tiempo fue convirtiendo en carbón, invirtiendo su proceso, soy la guía del barco, la tesorera que mima este tesoro para reconvertirlo de nuevo en fulgurante diamante, quien sueña y lucha por hacer realidad ese sueño, quien construye castillos en el aire y le pone después los pilares para convertirlos en palacios de ensueño, quien duerme poco y trabaja mucho... quien, sobre todo, se emociona con este grandioso proyecto y desea que desde estas cálidas aguas se llegue a oír el escandaloso alboroto del sonido de miles de manos que dicen... "escucha mis manos... ¡comunícate!".
El impedimento auditivo, llamémoslo como lo llamemos y estemos donde estemos en este mundo que gira constante, es el impedimento invisible... pero recordad amigos, porque algo no se vea no significa que no exista.
Abre tus ojos, mira a tu alrededor con inquietud, delicadeza y cariño... quizás ese hombre o esa mujer con quien hoy te cruzaste sueñe cada día con poder comunicarse en un mundo lleno de personas pero falto de positivos sentimientos y emociones...
... al fin y al cabo este sueño enreda a todos los hombres y mujeres, pues a los oyentes nos sucede exactamente lo mismo... soñamos muchas veces con poder hacernos entender, con tener alguien que nos escuche, con sabernos apoyados incondicionalmente y con sentirnos protegidos en una realidad inestable, extraña y emocionalmente silenciosa... los oyentes, más que nadie, somos los mayores sordos hacia un mundo que nos reclama, como dándonos una última oportunidad, un cambio imperioso hacia la ruta correcta, esa en la que el poder no reside en virutas de metal y papel.
Comparto hoy un pedacito de la maravilla en la que me encuentro enredada. Confío, sin ninguna duda, que daremos mucho que hablar, dentro y fuera del Caribe... no me busques en las imágenes, querido observador de mi ventana, en este breve video, por el momento... no aparezco, me mantengo en silencio tras las cámaras...
2 comentarios:
Ufff!!!! Cuantos mensajes comprimidos nos has dejado hoy.
Bien sabes que por una congestión he estado más de un mes sorda del oído izquierdo y un poco del derecho. Qué mal me he sentido. Solo entendía algo como en off y de frente. Mis laterales no tenían sonido y mi retaguardia, mi espalda, no estaba. Qué mala sensación!!! hasta que no se pasa no se comprende.
Todo este tiempo me he sentido aislada del mundo que me rodeaba. Sin equilibrio.
Cuando iba por la calle, al no escuchar los sonidos comunes, me sentí en peligro, tanto por coches como por personas.
Llegué a pensar que la gente me miraba raro, o quizás realmente lo hacía.
Cuando iba a la compra me sentía muy extraña, la gente me conocía como a diario, pero yo las escuchaba,o no las escuchaba,porque no las oía, como lo hacía antes..
Eran ellos? era yo? Creo que éramos los dos lados. Yo no les oía y ellos no lo entendían.
Además, al no oir me fijé en muchas cosas que no me había fijado antes. Me dí cuenta que a mi alrededor había gente sorda que hablaba con señas y estaban en los mismos lugares que yo frecuento a las mismas horas que frecuento normalmente.
Para mí ha sido descubrir un mundo, el mismo que tantas veces nos has comentado. Pero las cosas y sensaciones y situaciones, hasta que no se experimentan, no se conocen de verdad.
La frase que nos dices hoy es breve pero muy profunda. Siempre lo supe pero ahora la siento, la entiendo y la comprendo totalmente.
Sería muy bueno, para entender lo que digo, que hagamos una experiencia todos. Vivir un día sin oir nada y ver las profundas dificultades que se tienen con el entorno siendo perfectamente válido.
En su día tuve que experimentar la sensación de ser muda 5 dias por prescripción médica, y lo pasé mal, pero nada comparable a lo mal que lo he pasado siendo sorda total de un oído y media del otro.
Ánimo, no te puedes hacer una idea del trabajo que estais realizando potenciando a estas personas, sea la que sea la edad que tengan, en ayudarles para compartir este mundo nuestro, de inútiles en su mayoría por no trabajar la empatía y por descartar su situación. Sólo con que un día seamos sordos nos daríamos cuenta de lo muchísimo más hábiles que nosotros estas personas son,y no hay comparación.
Los que nos creemos con suerte por no tener o padecer deficiencias ni físicas ni mentales, en realidad somos unos inútiles ignorantes. Ya quisiéramos ser tan válidos como lo son todos/as los muchos/as que en silencio nos rodean en el mundo que con tantas trabas se lo hemos complicado.
ELLOS Y ELLAS SI QUE SON VERDADERAMENTE GENIOS.
Un Millón de BESAZOS.
!Hola Ama!... poco más puedo añadir, tan solo que muchas gracias por compartir tu experiencia aquí, con residentes y visitantes de mi "casa".
La verdad es que yo, desde que he descubierto este mundo he aprendido tantas cosas que me es muy dificil plasmarlo en esta ventana, la sensibilidad la llevaba de serie, pero indudablemente la he multiplicado hasta límites insospechados.
Yo no solo animo a que la gente se "haga pasar por sorda" un día (lo cual no estaría nada mal)... pero a lo que realmente animo es a que todo el que pueda aprenda lenguaje de señas y entre en un mundo absolutamente APASIONANTE lleno de personas INCREIBLEMENTE ALEGRES y LUCHADORAS.
Nuevamente GRACIAS por tu visita, tu cumentario, tu apoyo, tu educación y tu fidelidad... seguimos adelante ¡siempre!... trabajando mucho por mejorar este mundo... con un poco de nuestra parte que pongamos cada uno, la diferencia será absoluta y maravillosamente indescriptible.
MIL BESAZOS ENORMES!!!
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