Lucía, y el pequeño
grupo de clientes que se encontraba en aquella cafetería frente al Cementerio de San Fernando, centraron sus esfuerzos y atención, junto a varias tazas de café
ardientes, en el montón de piezas desordenadas de un puzzle que prometía sin
duda aventura y rescate inminente. Aquella agrupación de desconocidos
decidieron, sin tiempo para vacilaciones, apoyar a la desesperación de aquella
joven que reclamaba nerviosa y atormentada ayuda para descubrir el orden lógico
y artístico de unas piezas de puzzle que presagiaban el final cercano de un
camino que se hacía ya demasiado prolongado.
Los pedazos de cartón
todavía se escurrían entre los dedos de Lucía debido a la humedad en sus manos,
sin embargo, a pesar de la lluvia torrencial que le había calado hasta el alma
y de la noche que se tornaba espesa y misteriosa fuera de aquella acristalada
habitación, ella se sentía emocionada y hechizada por una extraña fuerza que la
empujaba a seguir adelante hasta el final, hasta conseguir el rescate de una
imagen que nunca tuvo que abandonar su origen, el de la editorial a la que
tantas alegrías y satisfacciones debía, Ediciones El Naranjo .
Poco a poco los
ventanales iban empañándose ocultando el interior de una habitación rebosante
de energía ilusionada y de ansias de descubrimiento y correrías.
Finalmente, tras
incontables idas y venidas, tras numerosas discusiones y contrariedades, el
grupo de inquietos aventureros resolvieron el puzzle que les llevaría a la
siguiente pista para el rescate de una imagen que hacía ya demasiado tiempo había
sido secuestrada… tanto tiempo que ni siquiera Lucía, con su inquebrantable fe
en aquella misión, lograba ocultar cierta inseguridad en hallar la ilustración
sin desperfectos y en plenas condiciones.
Tras la resolución de
aquel misterio hecho rompecabezas los comensales brindaron, café en mano, por
el logro conseguido. Cinco copas tintineantes que retumbaron en la negrura de
aquel local… al resguardo de la furiosa tormenta exterior.
Cuatro eran los clientes
cooperadores que se habían unido a Lucía, cuatro aventureros encerrados en un
bar... cuatro buscadores de tesoros a los que la vida había agitado en exceso y
decidieron, un aciago día, ahogar sus penas en la negrura de un vaso.
Ninguno se conocía con
anterioridad, sin embargo todos habían compartido, antes de la llegada de
aquella misteriosa joven, sueños y esperanzas sentados en la soledad de sus
mesas, al abandono de su suerte, rumiando recuerdos y encerrados en una espiral
de azúcar y aroma intenso que les había atrapado sin salida al igual que su
rutina. Pero la llegada de Lucía, tan llena de emoción y cargando una extraña
historia de mensajeros, cartas bajo la puerta, cementerios, enigmas e
imaginación ilusionada, había logrado avivar en ellos agitaciones olvidadas en
lo más íntimo de su memoria y relegadas al más profundo abandono.
Entre aquellas almas en
pena se encontraba la antaño conocida como Cabo Memo, sus aventuras y descubrimientos llegaron a tener eco mundial y se
dice, entre susurros llenos de secretismo en los callejones más recónditos de
la ciudad, que quien se encontraba en aquella taberna matando los días y las
tristezas no era su cuerpo sino su espíritu desolado por la mala suerte del abandono
más cruel maquinado por sus compañeros de batallas.
Fue precisamente la Cabo Memo quien
descubrió que tras la imagen resuelta, en el reverso de la ilustración, podía
verse claramente el mapa de una isla donde, como un tesoro anhelado, había
dibujada una cruz en color rojo intenso señalando una ubicación concreta, un
lugar específico en el que hallar lo que Lucía, y los cuatro descubridores
agregados, estaban buscando con ardiente deseo…
…sabía perfectamente lo que aquello significaba…
… la aventura llamaba de nuevo a su puerta y tenía la mejor tripulación que jamás pudo imaginar.
…sabía perfectamente lo que aquello significaba…
… la aventura llamaba de nuevo a su puerta y tenía la mejor tripulación que jamás pudo imaginar.
http://www.todocoleccion.net/fotografia-foto-5-marineros-marinos-cartagena-1951-8-x-5-5-cm~x15321241 |
La travesía no fue
fácil… sin tregua ni descanso, los en antaño rumiantes de recuerdos perdidos al
amparo de una lámpara intermitente en un bar transformados hoy en navegantes de
mirada ruda y piel curtida por la salitre y el furor del océano, pasaron
incontables noches desvelados achicando agua y manteniendo a flote una pequeña
embarcación de madera a la que el viento huracanado había despojado de su única
vela.
La embarcación hacía
aguas pero la fortaleza de aquellos cinco luchadores unidos por un objetivo
compartido, la liberación de una musical ilustración y el retorno a sus vidas
de emociones y sueños alcanzados que nunca debieron abandonar su día a día,
lograba superar cada embiste del mar bravío, cada empuje de unas ráfagas de
viento que hacían zozobrar sin piedad las maderas de aquella barca inundada.
http://www.taringa.net/posts/info/2534069/antes-de-naufragar_-leete-esto.html |
Abandonados a su suerte…
finalmente otearon tierra firme… todos sabían, sin necesidad de mirar una vez
más el mapa tras el rompecabezas, que habían alcanzado su objetivo, desembarcarían
en tierra firme, en la Isla Misteriosa
que, sin duda alguna, les obsequiaría con el rescate de la ansiada imagen… con
el rescate, en realidad, de sus vidas perdidas en la rutina sin fondo.
Caminaron hasta el
amanecer entre vegetal cerrazón y extraños sonidos nunca antes escuchados…
cruzaron la isla de Norte a Sur sin descanso y con inusitada exaltación,
centrados en alcanzar su meta, constantes, confiados… hasta el momento en el
que, al unísono, frenaron en seco su caminar impetuoso, sabiendo que, a tan
solo unos pasos, podrían vislumbrar su objetivo… sentimiento compartido e
incuestionable.
Y así, cuando alcanzaron
lo alto de la última loma, cuando llegaron al punto más alto de la zona sureña,
en el momento en el que Sol gobernaba un cielo despejado donde la lluvia había
quedado convertida tan solo en un efímero recuerdo de travesía desoladora…
aquellos cinco aventureros pudieron descubrir, frente a ellos, la imagen más
extraña, misteriosa y desconcertante que nunca antes, en sus interminables años
de conquista y aventura, habían experimentado….
Se cruzaron miradas llenas de extrañeza, como esperando una respuesta a aquella marea de dudas y masificación… todos parecían encontrarse en estado de parálisis desconcertante… todos menos Lucía, que con exaltada sonoridad gritó “¡LA ENCONTRÉ!” mientras corría montaña abajo sin parpadear… como con miedo de perder, entre aquel maremágnum de vida, la visión de dónde se encontraba la imagen secuestrada.
Avanzaba entre al
gente, sin perder el paso ni la visión de la ilustración que le había llevado a
cruzar el mundo y a recuperar la confianza en ella misma y en el poder
inconmensurable que tiene la unión de fuerzas por un fin común.
Los cuatro compañeros
de aventuras intentan seguirle el ritmo, emocionados, con el corazón palpitante
entre sus dientes y con una sonrisa exultante que manifestaba sin lugar a
dudas, la recuperación de la ilusión por construir y alcanzar sueños
inimaginables.
Supo entonces Lucía,
cuando llegó a su destino y recogió entre sus temblorosas manos la imagen por
tanto tiempo buscada, el motivo por el que 12:45pm le había llevado, sin darse
cuenta, a vivir aquella desconcertante aventura llena de extrañezas y momentos
tan sorprendentes como inolvidables. Jamás volvería a tentar a la rutina, jamás
dejaría de creer en sus sueños y en el poder de convertirlos en realidad… jamás
dejaría que su cuerpo fuera abandonado a merced de una taza de café en la
profundidad de una cafetería con vistas a un cementerio de ilusiones.
Una lágrima recorrió
su mejilla y miro con gratitud a sus compañeros.
Fue la
Cabo Nemo quien se adelantó y la abrazó con
fuerza… “lo logramos… lo lograste”…
le susurró mientras tartamudeaba con emoción incontrolable. El resto de
camaradas imitaron a su compañera y se fundieron en una amalgama de conmoción
ilusionada…
…sabiendo que todos
habían sido merecedores de una nueva oportunidad en sus vidas, una oportunidad
sin vuelta a tras para recuperar el tiempo perdido en la desidia y en la
monotonía, sabiendo que, dejándose llevar a merced del tiempo sin iniciativa ni
imaginación, tan solo trae tristeza y la enorme posibilidad de sucumbir al
poder de la desesperanza.
Y así es como,
generación tras generación, es trasmitida la leyenda de cómo la imagen de
Ediciones El Naranjo es secuestrada por un extraño raptor, conocido como
12:45pm, cada vez que un lector comienza a caer en las redes del aburrimiento…
llevándole a vivir aventuras incontrolables y ayudándole a recuperar un camino
de ilusión que nunca debió abandonar.
Por eso, querido
observador de esta ventana, si alguna vez recibes una entrega inesperada de
manos de un nervioso mensajero o sientes que alguien ha deslizado bajo tu
puerta un sobre sin remitente que encierra extrañas claves a modo de pistas
secuenciales… prepara tu mochila y la mejor de tus sonrisa, porque habrá
llegado el momento de abandonar la rutina y aventurarse a mundos de ensueño.
Mantente alerta,
lector de sueños… pues tu momento puede llegar cuando menos lo esperes…
http://elblogvirtualdegema.blogspot.com/2011_07_01_archive.html |
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