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| http://elprincipedelosmirlos.blogspot.com/2010/07/si-un-globo-se-escapa-de-edith-mabel.html |
El espíritu aventurero es como un globo lleno de helio,
si se encuentra atado
a un punto en la tierra anclado,
la volátil esfera se mantiene erguida, alzada, procurando liberarse de su explosivo sepelio.
Es el globo, como el espíritu aventurero, un ánima libre, volátil, inalcanzable y huidiza,
un pedazo de equipaje
sin rumbo ni aterrizaje,
una bonita melodía escrita en el aire empujada por el viento de una brújula escurridiza.
Y al soltar el amarre de la aventura en el alma, como el globo inflado de aire, surca los cielos de un mundo inalcanzable,
meciéndose con el viento,
escribiendo su propio cuento,
superando el choque con las nubes, traspasando mil fronteras, levantándose en las caídas, forjando un alma cicatrizable.
Pero le sucede al globo al volar disperso sin ruta, sin tiempo cuantificable, sin conocimiento...
que va gastando su airoso contenido
y finalmente, sucumbe desinflado y abatido,
al igual que a la esencia viajera, pues si no se alimenta el anhelante merodeo se convierte en rutina y en esclavo pasatiempo.
Y de este modo, sin escapatoria ni salida, en cinco semanas el globo acaba de nuevo en el suelo,
deshinchado, vacuo, sin energía,
y el espíritu de aventura, usando esta analogía,
también quedará perdido si la curiosidad por descubrir el mundo se estanca antes de emprender el vuelo.
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| http://d3rdeye.wordpress.com/2008/10/ |
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