Quise rellenar mi baúl de recuerdos fotográficos digitalizando olvidadas y lejanas imágenes guardadas en álbumes de tapa dura, contenedores de vida capturada en papel.
La idea era ampliar la carpeta ya existente en mi ordenador con imágenes sobre las que construir historias, reales o ficticias, que vieran la luz en 12:45pm. Regresar a mi tierra de acogida pertrechada de recuerdos apresados en celulosa que dieran personalidad a esta pequeña ventana contadora de historias, sueños y rarezas.
Antes de regresar por Navidad a mi tierra de origen ya tenía planificado este proyecto, así que mi cabeza me lo recordaba de manera repetitiva... es lo que tiene la machaconería inconsciente que, viniendo por defecto o no con mi persona, me ha hecho acostumbrarme a caminar por esta vida con ecos intrínsecos vinculados a tareas pendientes.
Me ayudé de la silla más cercana para poder alcanzar los volúmenes relegados a lo alto del armario. Extraña familia de cartón, plástico y papel sin uniformidad aparente... distinta pigmentación en las portadas, diferentes alturas, disposición interna heterogénea... en definitiva, cada álbum mostraba un aspecto desigual con sus congéneres, y, sin embargo, viéndolos juntos y dándose apoyo entre ellos evitando el derrumbe ocasional, me hizo pensar que al fin y al cabo es una fiel imagen de lo que guardan con mimo en su interior, es una fiel imagen de lo que es mi propia familia.
Mi abuelo ejercitaba el intelecto sentado cómodamente en el sofá, y al verme convertida en malabarista de altura sobre aquella silla, se ofreció como voluntario para formar parte del espectáculo levantándose y ayudándome a bajar cada álbum sin prisa, pues las elevaciones y el peso no son buenos compañeros.
Tras agradecer el puntual auxilio y retornando mi abuelo a su tarea abandonada centrada en organizar un singular grupo de números dentro de un enjambre de pequeñas casillas siguiendo unas estrictas normas para su ubicación, yo cambié de rol circense y me transformé en la mujer forzuda... pues para evitar realizar más de un viaje tomé la inconsciente decisión de llevarlos todos a brazo alzado... terca que es una, aunque a estas alturas creo que ya no descubro nada nuevo al respecto.
Llevé los ejemplares a la habitación con todo el cariño que el esfuerzo y la falta de ejercicio me permitió y allí, sobre un baúl de clara madera, reposaron durante algunas semanas... apoyándose de nuevo los unos sobre los otros, configurando una bonita familia armónica en su singular eclecticismo.
La falta de tiempo en la mayor parte de las ocasiones, la pereza en las menos y, probablemente, el respeto a la apertura de recuerdos en todo momento, resultó ser un cóctel peligroso que casi logra no llevar a buen término mi propósito, pues desde que se produjo el descenso desde lo alto del aparador hasta que logré escanear la selección de instantáneas, pasó demasiado tiempo... sin embargo ayer me enrollé las mangas del jersey y me puse manos a la obra...
... y eso fue lo que encontré en cuanto comencé mi ardua tarea, una obra de teatro con tramas y subtramas, con personajes principales y secundarios, con historias con ida y vuelta y algunas con solo ida... sin regreso, con momentos buenos y otros menos, con caras casi olvidadas, con miradas rejuvenecidas y esperanzadas, con historias, con diferentes pistas de actuación... como en el circo, con muchas y bonitas sonrisas, con imágenes en color y en blanco y negro...
... con recuerdos vivos...
... con mi historia... esa que, ficticia o no, poco a poco voy desengranando a través de este pequeño e inesperado espacio con letra de pensamiento firme e imágenes de temblorosas emociones.
Abramos pues el baúl de los recuerdos y continuemos escribiendo este cuento.... yo ya hice mis deberes y regreso cargada de inconmensurables e intangibles tesoros...
La idea era ampliar la carpeta ya existente en mi ordenador con imágenes sobre las que construir historias, reales o ficticias, que vieran la luz en 12:45pm. Regresar a mi tierra de acogida pertrechada de recuerdos apresados en celulosa que dieran personalidad a esta pequeña ventana contadora de historias, sueños y rarezas.
Antes de regresar por Navidad a mi tierra de origen ya tenía planificado este proyecto, así que mi cabeza me lo recordaba de manera repetitiva... es lo que tiene la machaconería inconsciente que, viniendo por defecto o no con mi persona, me ha hecho acostumbrarme a caminar por esta vida con ecos intrínsecos vinculados a tareas pendientes.
Me ayudé de la silla más cercana para poder alcanzar los volúmenes relegados a lo alto del armario. Extraña familia de cartón, plástico y papel sin uniformidad aparente... distinta pigmentación en las portadas, diferentes alturas, disposición interna heterogénea... en definitiva, cada álbum mostraba un aspecto desigual con sus congéneres, y, sin embargo, viéndolos juntos y dándose apoyo entre ellos evitando el derrumbe ocasional, me hizo pensar que al fin y al cabo es una fiel imagen de lo que guardan con mimo en su interior, es una fiel imagen de lo que es mi propia familia.
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| http://atcomunicacion.blogspot.com.es/p/libros.html |
Tras agradecer el puntual auxilio y retornando mi abuelo a su tarea abandonada centrada en organizar un singular grupo de números dentro de un enjambre de pequeñas casillas siguiendo unas estrictas normas para su ubicación, yo cambié de rol circense y me transformé en la mujer forzuda... pues para evitar realizar más de un viaje tomé la inconsciente decisión de llevarlos todos a brazo alzado... terca que es una, aunque a estas alturas creo que ya no descubro nada nuevo al respecto.
Llevé los ejemplares a la habitación con todo el cariño que el esfuerzo y la falta de ejercicio me permitió y allí, sobre un baúl de clara madera, reposaron durante algunas semanas... apoyándose de nuevo los unos sobre los otros, configurando una bonita familia armónica en su singular eclecticismo.
La falta de tiempo en la mayor parte de las ocasiones, la pereza en las menos y, probablemente, el respeto a la apertura de recuerdos en todo momento, resultó ser un cóctel peligroso que casi logra no llevar a buen término mi propósito, pues desde que se produjo el descenso desde lo alto del aparador hasta que logré escanear la selección de instantáneas, pasó demasiado tiempo... sin embargo ayer me enrollé las mangas del jersey y me puse manos a la obra...
... y eso fue lo que encontré en cuanto comencé mi ardua tarea, una obra de teatro con tramas y subtramas, con personajes principales y secundarios, con historias con ida y vuelta y algunas con solo ida... sin regreso, con momentos buenos y otros menos, con caras casi olvidadas, con miradas rejuvenecidas y esperanzadas, con historias, con diferentes pistas de actuación... como en el circo, con muchas y bonitas sonrisas, con imágenes en color y en blanco y negro...
... con recuerdos vivos...
... con mi historia... esa que, ficticia o no, poco a poco voy desengranando a través de este pequeño e inesperado espacio con letra de pensamiento firme e imágenes de temblorosas emociones.
Abramos pues el baúl de los recuerdos y continuemos escribiendo este cuento.... yo ya hice mis deberes y regreso cargada de inconmensurables e intangibles tesoros...
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| http://www.presentastico.com/2011/09/14/como-conectar-ideas-vi-busca-en-el-baul-de-los-recuerdos/ |
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