viernes, 27 de abril de 2018

DÍA 828: A mis padres...

...que luchando contra sus propios miedos me dieron la libertad que para ellos quisieron.

En eterna batalla interna. Con sus personales cadenas atados abrieron la puerta intermitente para que pudiera respirar, a pequeños sorbos entrecortados, el aire fresco del criterio propio y liberado.

Desconcertados, novatos, jóvenes y esperanzados. La vida los ahogaba al mismo tiempo que les encumbraba y, en medio de su camino... yo y mi hermana.

Con tropiezos, con aciertos en diana, con temores y caminos ya transitados, tejieron a Punto Calado  sus vidas con la mía. Red de protección anticaídas.

Nadie nace aprendido, aprendemos a nacer una y mil veces en vida. Y en el tránsito, su compañía. A veces fuerte, a veces ausente, a veces visible y a veces intangible, como río alterno e incierto, impreciso, vacilante. Pero siempre ahí, resistente y vivo, como raíces escondidas bajo un tronco floreciente.

A mis padres... porque dentro de sus humanas imperfecciones son creadores de vida igualmente imperfecta. 

PROFUNDAMENTE GRACIAS. 

martes, 24 de abril de 2018

DÍA 827: Primavera de carne y hueso


Cuando sientas los poros del alma abiertos estallaran lágrimas de alegría en tus pupilas.
Como rayos de sol escapando de un hermético arcón de hierro forjado, así será como la armadura se irá agrietando hasta su absoluta fragmentación.
Me fundo en este calor desconocido, apacible, esperado. 
Primavera de carne y hueso.
Me voy reencontrando conmigo poco a poco, a pequeñas caricias y consentimientos. 
Con sentimientos vuelvo a respirar. Con los mismos que habían quedado relegados en el fondo del olvido. Por descuido, por abandono, por desuso o desilusión.
Regresa el color, regreso al calor. 
Regreso.
Como luz al final del túnel, como faro en la oscuridad. 
Al fin veo la orilla al borde de mis pestañas, donde, en equilibrio, se libera una lágrima entusiasta.
Libre, afortunada, sencilla y viva.
Agradecida de que, tras este peregrinaje quijotesco que ha durado demasiados agujeros negros, pueda, en este reconstruido abril, recuperar todo lo que me fue robado. 
Todo lo que escondí, como corazón delator bajo las tablas del dolor y la tristeza, por fin ha sanado. 

Y hoy, con más fortaleza que nunca, me susurro a mi misma... "lo estás logrando, una vez más, has resucitado".

viernes, 6 de abril de 2018

DÍA 826: Tardes de verano

https://www.carmenthyssenmalaga.org/exposiciones/2015/DiasdeVerano/ficha_obra5.html

Sutil susurro el del mar sosegado.
Oscilación, 
bamboleo, 
suave balanceo.

Olas osadas que besan orillas saladas.
Un sueño insondable,
profundo,
manso,
inexplicable.

Sosiego de siestas eternas
sobre arenas candentes
al arrullo del oleaje.

Verano,
silencio,
salitre,
paisaje.

Murmura el mar en su balsa,
hechizada me duermo,
entre espuma salvaje.

DÍA 825: Caleidoscopio

https://josancaballero.wordpress.com/2015/04/15/mujer-es-caleidoscopio-de-armonias/

Siempre me gustaron los caleidoscopios. 

Probablemente la persona que por primera vez puso uno en mis manos ya intuía mi pasión por lo inestable, por la luz, los colores mutantes y los juegos sencillos pero llenos de significado.

Cuando cae en mis manos un cilindro de este tipo, no puedo evitar asomarme a su abismo de sueños pigmentados y rotantes. Asumo por defecto una postura física de espectador con catalejo, como si en lugar de cristales translúcidos en permuta infinita lo que estuviera mirando fuera la luna al final de mi pupila.

Entro en coma inducida por el giro tornasolado e infinito de los cientos de cristales fragmentados que, atrapados en un tubo de cartón sin salida, se acoplan en cada vuelta que les da la vida. Igual que los seres humanos.

Recuerdo que aquel primer caleidoscopio era artesano, forrado con un papel brillante de un color rojo resplandeciente. Y aunque ese recuerdo tiene ya en mi archivo personal más de 30 años, lo sigo teniendo radiante, con la misma luminosidad que aquel papiro encarnado que envolvía el juego rodante.

Pasaba horas perdida en aquel firmamento concentrado en un pequeño rollo encarnado.

Ahora, adulto ya mi cuerpo pero con mirada anclada en la infancia, se que aquella adicción a mirar en lo profundo y ver cómo pequeñas piezas van encontrando su sitio en cada vuelta, 
en cada golpe de muñeca, 
en cada tropiezo,
sigue viva... 

... solo que ya no sujeto un caleidoscopio en mis manos porque ahora el caleidoscopio soy yo.

jueves, 5 de abril de 2018

DÍA 824: Energía Natural

http://www.quo.es/ser-humano/cuanta-energia-electrica-gasta-nuestro-cerebro

Electricidad palpitante,
como el parpadeo de una bombilla ligeramente desenroscada.
Así es nuestra energía.
Voluble, inestable,
serpenteando intrépida por el circuito de la vida.

Un vaivén improvisado,
sin rutina ni patrón.

En ocasiones fundida en negro,
en oscuridad cegada,
sin salida,
sin conexión aparente en el circuito.
Estancada.

Otras veces ágil y descontrolada.
Enérgica y resistente,
deslumbrante y deslumbrada.

Voltaje de sube y baja.
Nodos, ramas, redes y mallas.

Y así vamos avanzando,
desordenados,
en flujo titubeante y sin programa.

De conductor nuestro cuerpo,
de fuente lo que nos venga en gana.
De componente los hogares que habitamos
y de Principios...

... de Principios las leyes fundamentales,
los teoremas inexplorados
y todo el entramado que la psique acalla.