A veces me gusta creer que tengo la poderosa habilidad de detener, durante unos minutos... el tiempo.
Me gusta crear, de vez en cuando, brechas espacio-temporales en mi vida para tomar conciencia de quién soy a día de hoy y descubrir cómo he llegado donde estoy... dejando las proyecciones futuras para momentos concretos donde me dedico a construir sueños y experiencias venideras. A veces necesito sumergirme en el análisis del pasado vivido y del presente vívido para no olvidar el camino y reencontrarme conmigo misma.
Más allá de lo que se pudiera pensar inicialmente debo decir que cuando me adentro aventurera en esa fisura donde el pasado y el presente se confunden de manera ineludible, desenmascaro hallazgos siempre nuevos... así que suelo concluir que el pasado, a pesar de que pueda parecer estático e invariable, no es así, pues depende de mí misma hacer que las experiencias (y todo lo que ellas conllevan... alegría, dolor, emoción, aprendizaje...) puedan ser variables dependiendo del momento en las que las revivo.
Tengo (...y tenemos) el enorme poder de extraer de un mismo recuerdo muchos aprendizajes diferentes... dependiendo de la circunstancia vital en el que lo esté rescatando nuevamente en mi memoria y de la perspectiva desde la que lo esté rememorando.
Ahora, al mismo tiempo que escribo unas palabras sobre una pantalla iluminada, me encuentro voluntariamente extraviada en una de esas fisuras en mi espacio y en mi tiempo, así que no me busquéis hasta dentro de un buen rato, pues necesitaba frenar durante un momento el caos estimular que me abrumaba a mi alrededor y redescubrir en mi experiencia por qué y cómo (terribles y peligrosas palabras cargadas de dudas... en la mayor parte de las veces... irresolubles) él llegó a mi vida y decidió quedarse a pesar de los pesares (aunque según él pesares hay pocos y pasiones muchas).
Me gusta crear, de vez en cuando, brechas espacio-temporales en mi vida para tomar conciencia de quién soy a día de hoy y descubrir cómo he llegado donde estoy... dejando las proyecciones futuras para momentos concretos donde me dedico a construir sueños y experiencias venideras. A veces necesito sumergirme en el análisis del pasado vivido y del presente vívido para no olvidar el camino y reencontrarme conmigo misma.
Más allá de lo que se pudiera pensar inicialmente debo decir que cuando me adentro aventurera en esa fisura donde el pasado y el presente se confunden de manera ineludible, desenmascaro hallazgos siempre nuevos... así que suelo concluir que el pasado, a pesar de que pueda parecer estático e invariable, no es así, pues depende de mí misma hacer que las experiencias (y todo lo que ellas conllevan... alegría, dolor, emoción, aprendizaje...) puedan ser variables dependiendo del momento en las que las revivo.
Tengo (...y tenemos) el enorme poder de extraer de un mismo recuerdo muchos aprendizajes diferentes... dependiendo de la circunstancia vital en el que lo esté rescatando nuevamente en mi memoria y de la perspectiva desde la que lo esté rememorando.
Ahora, al mismo tiempo que escribo unas palabras sobre una pantalla iluminada, me encuentro voluntariamente extraviada en una de esas fisuras en mi espacio y en mi tiempo, así que no me busquéis hasta dentro de un buen rato, pues necesitaba frenar durante un momento el caos estimular que me abrumaba a mi alrededor y redescubrir en mi experiencia por qué y cómo (terribles y peligrosas palabras cargadas de dudas... en la mayor parte de las veces... irresolubles) él llegó a mi vida y decidió quedarse a pesar de los pesares (aunque según él pesares hay pocos y pasiones muchas).
Él llegó a mi vida de una manera extraña, envuelto en la negrura y desolación que empapaba mi vida en aquellos tiempos. Entró como es él, silencioso y paciente, sin hacer ruido y dejando mucho espacio... para que fuera yo la que poco a poco cogiera confianza, casi como se suele hacer con esos animales de refugio que son rescatados y necesitan un tiempo para recobrar la seguridad en el hombre tras haber sido antes maltrechos en cuerpo y alma.
Sabía bien lo que hacía, su enorme y bondadoso corazón no podía guiarle con erróneas directrices.
Desde aquel día no nos hemos separado más de lo estrictamente necesario, y cuando hemos tenido que experimentar la distancia (muchas veces dolorosa) ha sido siempre en materia y nunca en esencia. Nos resguardamos de tormentas y batallas... somos compañeros-camaradas, y juntos afrontamos las contiendas que la vida nos regala misteriosa armados de valores y cariño desmedido... expectante y fortalecido batallón.
Y tras esta zambullida momentánea en mis recuerdos y habiendo cumplido mis objetivos iniciales de esclarecimiento sobre el cómo y el por qué (mucho más profundamente analizados que lo aquí, de manera simplista, he narrado), retorno a mis labores y continúo mi camino hacia el futuro sabiéndome acompañada con el mejor de los equipajes... GRACIAS.
_______________
8 comentarios:
Para que luego digan que no existen los "Ángeles de la Guarda", ese fiel compañero que te acompañará a lo largo de la vida. Pero por lo general, muchos de ellos se han extraviado y no encuentran a su persona asignada, por lo que ésta andará en la vida a la deriva( o dando palos de ciego, como suele decirse).
Enhorabuena por tí, que por lo que se intuye, terminaste de ir a la deriva cuando tu Ángel y tu os encontrásteis.
BUEN CAMINO! Y FELICIDAD COMPARTIDA.
FELIZ DIA Y FELIZ SEMANA
Buenos días M.G., la verdad es que me considero muy afortunada porque comparto mi vida junto a alguien maravilloso. Tambien es cierto que el dejar que gente maravillosa llegue a la vida de uno, depende en parte de que se esté preparado para que entren (es decir, estar en un momento de maduración y de sensibilidad adecuado para verlos que están ahí). Pasa mucha egnte por nuestra vida, pero no siempre estamos (o ellos están) en el momento adecuado para coincidir.
Por eso me siento afortunada , or él llegó a mi vida y yo a la de él cuando ambos estábamos preparados, esto es merito compartido (como el resto del camino que ha ido surgiendo despues ;D).
Te deseo una muy feliz semana, que no se haga muy larga y llegue pronto el Viernes de nuevo.
Un besazo.
Tu comentario de hoy me ha emocionado por lo sincero y sencillo que resulta. Es un gran logro tener a tu lado a la persona que hace sacar lo mejor de ti, y ademas se encarga de ponerlo todo es su sitio. La felicididad es a veces tan facil y complicada a la vez, pero me encanta que vosotros la hayais encontrado juntos, porque os la mereceis! Bsss. Mk
Hola Mk, gracias por tus palabras. Realmente me siento afortunada, cada dia, por tener a alguien asi a mi lado, y, como le decia a M.G. antes, por que llegara en el momento adecuado y yo en el suyo.
Se que no siempre sucede asi.
Y si, la felicidad es facil y complicada... de hecho creo que no es un continuo, sino que va y viene... de otro modo seria muchisimo menos divertida esta vida loca ;).
Que tengas un dia y una semana maravillosas!
Como ya te dije en su momento ... vuestras imágenes hablan por sí solas.
De repente me ha venido a la cabeza una de las entradas iniciales de tu blog, "El poder de una sonrisa".
Pues en este caso pasa lo mismo, pero no son las caras sino lo que hay detrás y que transmiten sin lugar a duda.
Cómo me emocionan estas historias bonitas! Y me alegra que de vez en cuando (que mucho no te prodigas ...) nos hables también de él.
Hola Menchu, realmente podría hablar y hablar sin parar del antes y el despues de su llegada a mi vida.
Estoy tan agradecida cada día de haberme cruzado con él en el momento adecuado y que los dos estuvoeramos preparados para retomar el camino juntos... tan agradecida, que jamas me cansare de decir lo afortunada que me siento y de darle las gracias por ser como es.
Hablare de él, como bien dices, de vez en cuando... cuando ese día la isnpiración vaya por ese camino.
Él es un hombre discreto (sé que me lee cada día y, aunque le dejo caer que comente algo alguna vez siempre dice que prefiere mantenerse en segunda fila ;D).
Me alegra leer tus palabras, proque realmente somos lo que transmitimos. Poco a poco iremos descubriendo de él y de mi más cosas... si así lo seguis queriendo y leyendo con tanta fidelidad... ¡gracias por estar tambien siempre ahí Menchu!
Un besazo enorme.
así es como siento yo a Congo, también llegó a mi vida en una época de negrura, también supo tener paciencia y ayudarme... es mucho lo que le debo pero él sabe que también le doy con toda mi alma.
afortunadas somos.
biquiños,
Asi es Aldabra, sabemos que es una gran suerte tener este equilibrio compartido en la vida.
No es una balanza que pese de un lado, ese equilibrio forma parte de ambos miembros de la pareja, ambos dan y ambos recogen.
Disfrutemoslo, pues sabemos que somos afortunadas.
Un besazo
Publicar un comentario