http://palabrasmaldichas.blogspot.com/2010/09/tentetieso-jose-luis-jover.html |
Tambaleante...
... mientras esperaba su momento, Tentetieso siempre estaba tambaleante,
adormecido,
inseguro,
repetitivo.
Siempre había deseado ser capaz de manifestar sus deseos internos de crecimiento
y progreso con ágiles movimientos más allá de su oscilación eterna...
y progreso con ágiles movimientos más allá de su oscilación eterna...
... pero él,
sumiso,
dedicaba todo su tiempo y esfuerzo a la espera de una oportunidad que llegara voluntaria,
sin requerir empeño por su parte...
... era experto en sortear a la vida con magistrales movimientos pendulantes.
Pasivo y desinteresado.
Burlaba con soberbia impasividad los devenires de la propia vida,
convencido de dominar el arte de la evasión,
subyugado a su único punto de apoyo...
... esclavo de sí mismo y de su obstinada evitación.
Para Tentetieso el tiempo pasaba adormecido,
siempre esquivando las dificultades de la vida,
siempre evitando el enfrentamiento y la resolución de conflictos,
manipulado por su propia manipulación estática e invariable.
Inerte.
Y sucedió que, por esa cómoda, confortable y engañosa pasividad,
Tentetieso jamás descubrió que, bajo su singular centro de equilibrio,
ocultaba un par de extremidades,
en su día hercúleas y resistentes...
... pero ahora ya debilitadas por falta de uso, disciplina y enfrentamiento.
Y también sucedió que nunca desenmascaró a sus propias capacidades,
a su poder de superación,
a su crecimiento y evolución.
No degustó el sabor del triunfo personal ni de la victoria ante los obstáculos de la vida.
No degustó el sabor del triunfo personal ni de la victoria ante los obstáculos de la vida.
Vitalidad dormida.
Inevitablemente ocurrió que su perpetuo balanceo huidizo inició un desgaste en la madera de su base...
Inevitablemente ocurrió que su perpetuo balanceo huidizo inició un desgaste en la madera de su base...
... hasta tal punto en el que una mañana,
luminosa y soleada,
Tentetieso descubrió una pequeña perforación.
En ese preciso momento supo que aquello representaba el principio de su fin,
y lamentó,
infausto,
no haber mostrado valentía y coraje cuando tuvo oportunidad.
Desolado y afligido sus lágrimas ablandaron la madera,
agilizando el proceso de erosión.
Muestra, una vez más, de su déspota irresolución.
Sus lamentos,
vacuos,
no sirvieron en su reparación.
Ahora descansa en lo alto de una repisa,
al fondo de un oscuro e inmutable desván...
...esperando, como siempre hizo,
a que alguien lo descubra y lo rescate de su propia agonía.
A que alguien lo rescate de sí mismo y su adolecida dependencia esquiva.
______________
6 comentarios:
Una vez más has traído a mi memoria elementos del pasado. Cuando he leído el título he recordado que en mi infancia, cuando molestábamos a los mayores, éstos nos amenazaban con darnos un "tente tieso". No entendíamos bién a qué se referían, pero sonaba a amenaza y nos reconducíamos al comportamiento oportuno exigido.
También cuando teníamos hambre y no era aún la hora de comer nos daban un "tente en pié".
Pero también he recordado un payasito "tente tieso" que mosqueaba muchísimo a una niña, porque no solo no paraba y no obedecia las ósdenes de ella, sino que además tenía un tintineante sonido que repetía constantemente en su interminable movimiento. Jajajajaja....Fue sometido a muchos golpes y reprimendas, pero su sonrisa de payaso nunca desapareció.
FELIZ DIA.
¡Buenos días M.G.! Por lo que cuentas no me resulta nada extraño que esa niña acabara loca por ese payaso (el mundo del payaso en los juguetes y peliculas es para dedicarle muchas horas de reflexión).
Me recuerda ese pasaje que nos traes a un hecho que me sucedió ayer, tenems gato desde hace pocas semanas (gato que vivía salvaje) y le pusimos ayer el collar con un pequeño cascabel... el pobre se volvía loco con el ruido incesante, le pregunté a una experta en veterinaria y, efectivamente, me dijo que si a un gato no se le ha acostumbrado a ese ruido desde bien pequeño, le puede provocar problemas psicologicos (evidentemente el cascabel lo quitamos, no así el collar). Con esto asemejo el "trauma" de esa niña a esa correa de ruido incesante del gato... cualquier cosa repetitiva, exceptuando el respirar, enloquece al ser humano.... mmmm, quizás un día escriba sobre esto ;).
Un beso enorme y ¡¡FELIZ DIA!!
Es un relato muy bueno, en serio. Y me gusta el nombre de Tentetieso (en el medio del texto lo tienes mal escrito "Tentieso").
Me gustaría hacerte un apunte estrictamente literario, si me lo permites, con todo mi cariño y mi respeto; vaya por delante.
Creo que el texto ganaría más si le dieras forma estética de narrativa. Poniéndolo en modo de verso y además así centrado se hace un poco incómodo leerlo. Son pequeñas tonterías que (a mi modo de ver) inciden directamente en el contenido del texto. No sé, puedes probar a escribirlo de otra manera y tú misma comprobar el resultado.
biquiños,
¡¡Hola Aldabra!!
Muchas gracias por tu comentario.
Efectivamente en cuanto a los errores en lo escrito... por mas que lo reviso y requetereviso... al final siempre se me escapa uno. Tengo una lectora fiel que suele hacerme a veces funciones de correctora (y yo lo agradezco enormemente)y me avisa de estas cosas cuando se me escapa alguna (a pesar de que tengo meticuloso cuidado). Soy bastante escrupulosa y maniatica para esto, asi que cuando detectáis algun desliz que a mí se me pasó, os lo agradezco. Ya está cambiado ;).
En cuanto a la manera "incomoda" de estar escrito, te cuento que está hecho de manera consciente. Ésta historia (como en otras ocasiones tambien he hecho) es una manera de experimentar una manera distinta de plasmar las palabras, se que es incmoda su lectura, pero era lo que buscaba, porque quería (en cierto modo) asemejar el vaivén repetitivo y desquiciante del Tentetieso (en este caso son los ojos los que pendulan). Quizá en algún momento pruebe a ponerlo en forma narrada. Dejemos la puerta (ventana) abierta.
Te agradezco mucho el apunte, todos los puntos de vista y comentarios (siempre que sean educados como el tuyo y escritos a modo de criticas constructivas) son bienvenidos y los agradezco mucho. Ayudan a mejorar y a conocer otros puntos de vista.
Un beso enorme y muchas gracias por tu visita y por compartir tu percepción.
¡¡FELIZ DÍA!!
Chulísima historia, que, como de costumbre, invita a la profunda reflexión. En este caso, a analizar lo que cada uno tenemos de "tentetieso" para tratar de corregirlo.
Por otra parte, recuerdo mi encuentro con el primer tentetieso. Era azul y negro. Estaba en la sala de espera de la consulta de mi padre y cuando ibamos mi hermano y yo (en contadas ocasiones), le dedicábamos un buen rato. A él y al cenicero giratorio que lo acompañaba. ¿Los recordáis? Aquellos que presionando una palanquita en el centro giraban y se tragaban colillas y ceniza ...
¡Buenos días Menchu! Una vez más gracias por tu comentario y por ser tan fiel lectora.
¡Feliz día y mucho ánimo con la semana!
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