Siempre pensé que los ojos no eran esféricos y que su forma geométrica podía tener enormes similitudes con un prisma poliédrico, lo cual confiere a la visión humana un poder incalculable de vislumbrar opciones en la vida.
Al igual que la luz puede crear bonitos efectos y provoca diferentes colores en dependencia de la inclinación e intensidad con la que cae sobre el plano... el ojo es capaz de provocar diferentes puntos de vista ante una misma realidad, convirtiéndose el origen lumínico, en éste último caso, en la propia mente, es decir, la visión viene, la mayor parte de las veces, provocada por nuestra percepción cognitiva.
Cuando uno asume esta manera de pensar, inevitablemente se abre ante sí un mundo de opciones y oportunidades.
Sin embargo, no se debe olvidar que la percepción de lo que nos rodea es solo el primer paso... por sí misma no tiene valor... ya que si no actuamos eligiendo alguna de las infinitas opciones que la vida nos ofrece, la visión se descompondrá inmediatamente debido al continuo movimiento en que se encuentra el entorno y nuestra propia percepción (al igual que la caída de la luz no es invariable, pues, por ejemplo, la rotación y traslación de la Tierra hacen que los rayos solares nunca desciendan sobre el plano en la misma inclinación).
Vivimos en constante movimiento, por fuera y por dentro.
Es importante no olvidar y recordar de vez en cuando, que existen miles de opciones a nuestro alrededor, Aunque en ocasiones la oscuridad nos invada y evite que se muestren ante nosotros infinitas oportunidades, ese estado temporal de invisibilidad perceptiva es precisamente eso... temporal. En la mayor parte de las ocasiones, está en nuestra mano pulsar el interruptor, encender la bombilla, abrir las cortinas o pertrecharnos de un buen enfoque y de una mejor motivación para afinar el objetivo y movernos hacia la dirección más adecuada... y si hubiéramos elegido erróneo camino... siempre tenemos la opción de reconducir nuestros pasos y nuestra visión hacía otra alternativa más adecuada...
... porque, como sucede en la naturaleza, nosotros también tenemos la opción de hacer que el Sol salga cada día.
Al igual que la luz puede crear bonitos efectos y provoca diferentes colores en dependencia de la inclinación e intensidad con la que cae sobre el plano... el ojo es capaz de provocar diferentes puntos de vista ante una misma realidad, convirtiéndose el origen lumínico, en éste último caso, en la propia mente, es decir, la visión viene, la mayor parte de las veces, provocada por nuestra percepción cognitiva.
Cuando uno asume esta manera de pensar, inevitablemente se abre ante sí un mundo de opciones y oportunidades.
Sin embargo, no se debe olvidar que la percepción de lo que nos rodea es solo el primer paso... por sí misma no tiene valor... ya que si no actuamos eligiendo alguna de las infinitas opciones que la vida nos ofrece, la visión se descompondrá inmediatamente debido al continuo movimiento en que se encuentra el entorno y nuestra propia percepción (al igual que la caída de la luz no es invariable, pues, por ejemplo, la rotación y traslación de la Tierra hacen que los rayos solares nunca desciendan sobre el plano en la misma inclinación).
Vivimos en constante movimiento, por fuera y por dentro.
Es importante no olvidar y recordar de vez en cuando, que existen miles de opciones a nuestro alrededor, Aunque en ocasiones la oscuridad nos invada y evite que se muestren ante nosotros infinitas oportunidades, ese estado temporal de invisibilidad perceptiva es precisamente eso... temporal. En la mayor parte de las ocasiones, está en nuestra mano pulsar el interruptor, encender la bombilla, abrir las cortinas o pertrecharnos de un buen enfoque y de una mejor motivación para afinar el objetivo y movernos hacia la dirección más adecuada... y si hubiéramos elegido erróneo camino... siempre tenemos la opción de reconducir nuestros pasos y nuestra visión hacía otra alternativa más adecuada...
... porque, como sucede en la naturaleza, nosotros también tenemos la opción de hacer que el Sol salga cada día.
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4 comentarios:
Muy bueno Izaskun . Nuestra vida es un conjunto de decisiones, generalmente mejores o peores pero casi nunca erróneas, porque elegimos nuestro camino en base a los elementos de que disponemos en el momento de la decisión.
Es muy fácil a toro pasado decir me equivoqué (a me me pasa todas las semanas cuando elijo los números de la primitiva), pero lo cierto es que al tomar una decisión lo hacemos con la mejor intención, incluso si somos conscientes de que no es la mejor. Pero lo que sí podemos hacer, es aprender y aplicar esa experiencia en futuras decisiones, aunque esto no ayuda para elegir los números de la Primitiva, que siguen estando en manos del Azar ¿o no?...
¡¡Buenos días Jaime!! Se te echaba de menos por aquí ;).
Así es, estoy totalmente de acuerdo, lo importante es ser consciente de que nuestras decisiones no estan en manos del azar (ojala con la primitiva tambien fuera así... aunque perdería la emocion... a pesar de que nuestros bolsillos se enriquecieran).
Debemos intentar no perder la perspectiva de que tenemos siempre más de una salida, lo que hay que lograr es tener la disposición y capacidad para ver todas esas salidas y opciones, asumirlas y armarnos de valor para afrontar la que finalmente decidamos.
La vida (y con ella cada situación que se nos presenta) no es de camino de una única vía, como digo en mi pensamiento de hoy, los ojos (los que miran hacia afuera y los que miran hacia dentro) no son esfericos, son como un prisma que nos abre opciones... complicado y sencillo al mismo tiempo, todo depende de la actitud, motivacion y energia para afrontar las decisiones y las situaciones ;).
Tu desde luego, se que vas bien pertrechado asi que ¡¡ANIMO!!.
¡Feliz Domingo Jaime! Espero verte más por aquí, sé que eres lector fiel y me encantaría conocer tus opiniones siempre que quieras escribir por aquí, sabes de sobra que eres bienvenido :).
Es una lástima que tan a menudo nos dejemos influir por el entorno, o lo busquemos como excusa, provocándonos con ello cierta “ceguera emocional” que nos impide ver la totalidad de las oportunidades puestas a nuestro alcance.
Hace mucho tiempo, tuve que tomar una decisión que en aquel momento vital era importantísima. Lo viví como dos alternativas únicas y decidí apostar por la que me parecía menos mala (me viene de nuevo a la mente la entrada “Redecorando”). Consciente de que ninguna de las dos opciones era buena, jamás se me ocurrió pensar en una tercera, ni una cuarta, ni una quinta, …
Como no podía ser menos, a los pocos meses descubrí que me había equivocado al decidir y nuevamente tuve que plantearme otras alternativas. En esta segunda ocasión, había avanzado bastante y ya tenía claro lo que no quería ...
Bueno, una vez tomada la decisión, elegida la opción y sabiendo sus consecuencias todo es facil de evaluar y saber si fue la opción acertada o no... pero eso es facil una vez pasado, lo importante de todo esto es no estar quieto y tomar decisiones.
Tomemos la que tomemos, será la correcta en ese momento, y lo mejor es que en la mayor parte de las veces siempre aparecen otras opciones en caso en que inicialmente hayamos elegido mal (es decir, la historia no se acaba en nuestra primera elección).
Lo importante es estar siempre viviendo, activo y mirando hacia delante.
Además, es fundamental equivocarse, ahí es donde realmente aprendemos, cuanto más nos equivocamos más sabemos lo que NO queremos y vamos cerrando el circulo de lo que queremos realmente (así que tambien nos ayuda, a demás de a fortalecernos, a conocernos interiormente).
Un besazo enorme y ¡feliz día!
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