Un tímido rayo de luz dorada y rojiza se coló entre el espacio abierto que había dejado anoche, involuntariamente, al cerrar las cortinas. Se abría paso, aventurero, invadiendo nuevos territorios de mi habitación, sosegado... con cierta precaución temblorosa.
Me desperté en el preciso instante en el que la punta de la lanza resplandeciente acariciaba mi párpado derecho... me revolví en la cama durante unos segundos y, finalmente, decidí levantarme pausadamente. Al fin y al cabo sabía que hoy la vida no me pediría demasiadas explicaciones y me permitiría un día apacible e imperturbable.
Despuntó, el Viernes 21 de Diciembre, con esperanza, paz y sin muestras de que el mundo fuera a desvanecerse tal y como ocho días atrás había descubierto a través de misteriosas conjeturas descritas por la remota historia Maya.
Me senté despreocupada al borde de la cama y me desperecé vigorosamente volcando mis limitadas reservas, como si aquel acto fuera el único que requiriese de mi energía a lo largo de todo el día.
Bañada por un resplandor cada vez más generoso, miraba abstraída el suelo de madera que se encontraba bajo mis pies mientras giraba mi mente concentrada... como si quisiera tropezar con algo inesperado dentro de mi cabeza.
Ensimismada... únicamente encontré quietud... y placidez.
Despuntó, el Viernes 21 de Diciembre, con esperanza, paz y sin muestras de que el mundo fuera a desvanecerse tal y como ocho días atrás había descubierto a través de misteriosas conjeturas descritas por la remota historia Maya.
Me senté despreocupada al borde de la cama y me desperecé vigorosamente volcando mis limitadas reservas, como si aquel acto fuera el único que requiriese de mi energía a lo largo de todo el día.
Bañada por un resplandor cada vez más generoso, miraba abstraída el suelo de madera que se encontraba bajo mis pies mientras giraba mi mente concentrada... como si quisiera tropezar con algo inesperado dentro de mi cabeza.
Ensimismada... únicamente encontré quietud... y placidez.
Aquel Viernes 21 de Diciembre no sucedió nada... pero fue la antesala de que todo sucediera. Aunque eso aún no lo sabía.
Me desperecé una vez más bañada por la claridad de la mañana y pensé al mismo tiempo, mientras aun miraba estáticamente al suelo, que es en las adversidades donde sale a la luz la virtud.
Finalmente conseguí levantarme, debilitada y frágil.... caminé con seguridad por el pasillo... haciendo crujir la madera color caoba del entarimado que iba surgiendo bajo mis pies en el avance de mis pasos.
Peregrinaba mi camino rememorando, como si fuese una coloreada película muda, las aventuras inolvidables que había vivido en mi cruzada contra los Pecados Capitales. Sonreía colmada de júbilo, satisfecha, sin caber en mí.
Peregrinaba mi camino rememorando, como si fuese una coloreada película muda, las aventuras inolvidables que había vivido en mi cruzada contra los Pecados Capitales. Sonreía colmada de júbilo, satisfecha, sin caber en mí.
Llegué frente a la puerta abierta de la biblioteca y accedí a la habitación con convencimiento. Sobre el escritorio, en el mismo lugar y en la misma posición, se encontraba apaciblemente doblada la arrugada hoja que pocas horas antes había dejado descansar tras censurar con bolígrafo de tinta azul el último término de la lista capital.
Archivé en mis expedientes ocultos del estante superior de la biblioteca, como buena historiadora de recuerdos y correrías, la finiquitada lista de siete elementos que durante los pasados días había guiado mi heroica cruzada.
Miré entonces con calma los objetos situados a mi alrededor... como si, aun con cierto recelo, fuera a suceder algo inesperado que extrajese de su nuevo emplazamiento la lista encarpetada en lo alto de la estantería.
Nada sucedió. Solo silencio y tranquilidad.
Aquella mañana, al salir de casa para disfrutar de un refrescante paseo matinal, encontré misteriosamente, colgado en la parte interior de la puerta de acceso a la calle, un bonito cuadro que enmarcaba un pequeño listado de palabras. Por un segundo, desde la lejanía del extremo opuesto del pasillo, pensé que mis temores se habían consumado y que la lista de defectos había logrado escapar de su presidio... confirmando así que mis esfuerzos habían sido vanos y que aquel 21 de Diciembre de 2012 el mundo apagaría su luz y la vida quedaría sometida a la nada... dominada por pecados capitales... y abocada a un final prescrito y proscrito.
Sin embargo, al acercarme más pude observar que la letra con la que habían sido escritas las palabras mostraba una caligrafía exquisita... escritas con pluma de tinta negra brillaban de manera tal que el color azabache casi iluminaba las paredes que conformaban la entrada.
Al mirarlas con detenimiento y curiosidad pude leer, sorprendida, que el papel enmarcado contenía un reducido grupo de términos pero que conformaban un grandioso contenido...
Sonreí exultante. Llena de fulgor.
Mi alma, pletórica, supo descifrar inmediatamente el mensaje oculto con el que se me había obsequiado... la grandiosidad de descubrir que es en las adversidades donde sale a la luz la virtud...
... y me prometí, antes de cruzar el quicio de la puerta, que dedicaría mi vida a cultivar esos valores... procurando así promover un legado apartado de taciturnas incertidumbres y acomodar, en su lugar, esperanzas de futuro llenas de humanitarios valores.
Archivé en mis expedientes ocultos del estante superior de la biblioteca, como buena historiadora de recuerdos y correrías, la finiquitada lista de siete elementos que durante los pasados días había guiado mi heroica cruzada.
Miré entonces con calma los objetos situados a mi alrededor... como si, aun con cierto recelo, fuera a suceder algo inesperado que extrajese de su nuevo emplazamiento la lista encarpetada en lo alto de la estantería.
Nada sucedió. Solo silencio y tranquilidad.
Aquella mañana, al salir de casa para disfrutar de un refrescante paseo matinal, encontré misteriosamente, colgado en la parte interior de la puerta de acceso a la calle, un bonito cuadro que enmarcaba un pequeño listado de palabras. Por un segundo, desde la lejanía del extremo opuesto del pasillo, pensé que mis temores se habían consumado y que la lista de defectos había logrado escapar de su presidio... confirmando así que mis esfuerzos habían sido vanos y que aquel 21 de Diciembre de 2012 el mundo apagaría su luz y la vida quedaría sometida a la nada... dominada por pecados capitales... y abocada a un final prescrito y proscrito.
Sin embargo, al acercarme más pude observar que la letra con la que habían sido escritas las palabras mostraba una caligrafía exquisita... escritas con pluma de tinta negra brillaban de manera tal que el color azabache casi iluminaba las paredes que conformaban la entrada.
Al mirarlas con detenimiento y curiosidad pude leer, sorprendida, que el papel enmarcado contenía un reducido grupo de términos pero que conformaban un grandioso contenido...
GENEROSIDAD
CARIDAD
TEMPLANZA
PACIENCIA
CASTIDAD
DILIGENCIA
HUMILDAD
Sonreí exultante. Llena de fulgor.
Mi alma, pletórica, supo descifrar inmediatamente el mensaje oculto con el que se me había obsequiado... la grandiosidad de descubrir que es en las adversidades donde sale a la luz la virtud...
... y me prometí, antes de cruzar el quicio de la puerta, que dedicaría mi vida a cultivar esos valores... procurando así promover un legado apartado de taciturnas incertidumbres y acomodar, en su lugar, esperanzas de futuro llenas de humanitarios valores.
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10 comentarios:
Hoy tu relato me ha conmovido, exquisito como siempre y esperanzador como nunca!
¡¡Hola MK!! Me encanta leer estas palabras viniendo de tí.
¡MUCHAS GRACIAS... por tu sensibilidad, por tu amistad, por tu fidelidad y por tu lectura!
¡¡FELIZ DÍA!!
Estaba espectante a ver qué pasaria hoy, tras vencer a los pecados capitales. Gracias, no me has defraudado. Sigues potente como todos los dias. UFFF!!!!!
Qué calma se respira!!!!!
Feliz dia.
¡Hola M.G.! Llevaba todo el día esperandote :), tenía curiosidad y expectación por tu opinión.
Gracias de nuevo por tus bonitas palabras y por estar siempre ahí.
Un beso enorme y... ¡mañana nos leemos de nuevo! ¡Esto no termina aqui!
Un beso muy fuerte
ME HAS SORPRENDIDO.
Os quiero.
Os amo.
Gracias por ser como sois.
Besos
Hola anónimo, me encantaría saber quien quien eres para poner cara a esas palabras tan emotivas, de todos modos veo que vienen de alguien que nos tiene mucho aprecio, así que las recojo con enorme agradecimiento... MIL GRACIAS POR ESTAR AHÍ, POR LEERME Y POR ESAS PALABRAS TAN BELLAS!!!
Espero verte por aquí a menudo, eres muy bienvenido!!
Un abrazo y feliz noche!!
Ver ésto y veros a vosotros, hoy y a estas horas, no vale, nos habeis calado en lo más profundo. Vaya que estais guapos. Demasiado lo que nos habeis transmitido.
Necesitamos ya daros un gran besazo y un enorme abrazo.
Que tranquilos estamos sabiendo que todo va bien. Y que sea por todos los muchos años que os quedan por vivir!!!!!
Muchiiiisssiiiimos besazos.
Holaaaa!!!! QUE ILUSIÓN!!! Nosotros también tenemos MUCHISIMAS ganas de que llegue Diciembre y regresar unas semanas al hogar!! También os echamos de menos pero ya queda poco para juntarnos de nuevo y compartir aventuras en directo.Me alegra saber que estáis ahí, leyéndome cada día, me hace sentir mas cerca de cada y de vosotros.
Un beso ENORME ENOOOOORRRMEEEE!!!
a mí me sobra una de esas palabras, no la encuentro importante para vivir ya que cada uno escoge
¿adivinas cual es?
sí la adivinas házmelo saber en mi blog y si no la adivinas te diré cuál es.
biquiños,
Sospecho cual puede ser... dudé bastante en añadirla pero no fui yo quien inventó este listado de antónimos a los pecados ;), por mi parte hubiera cambiado una al menos...
Ahora mismo me paso por tu blog ;).
¡Feliz día!
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