Nunca le gustó que le dijera que era una maravillosa maestra, siempre me respondía diciendo:
"Maestra se conjuga bajo el verbo amaestrar y que yo sepa, al menos de manera consciente, no enseño a nadie a exhibirse realizando magestuosas piruetas ni gracias circenses... en todo caso soy yo misma quien realiza tales hazañas de manera incontrolada..."
Estaba claro que tenía el día sombrío... mejor no profundizar en exceso en su respuesta y, mucho menos, hacerle entender que ella, sin ser consciente, era una magnífica educadora.
Decidí en ese momento, invitarla a visitar el museo arqueológico de la ciudad. Su céntrica ubicación, su acogedora estructura y su contenido asombroso me ayudarían a animarla un poco. Además, su emplazamiento habia sido designado estratégicamente y cerca teníamos uno de los mejores restaurantes de la capital, por lo que podríamos dar buena cuenta, tras nuestra visita, de los vinos y viandas de la tierra.... recobrando fuerzas.
Todavía no habíamos accedido al edificio, nos encontrábamos ensimismadas mirando la magestuosa fachada de piedra, ladrillo y madera construida sobre paredes y pilares que conformaban una planta curiosamente trapezoidal cuando ella, inspirandose en la vision, expiro...
"Tienes que aprender que la vida se conjuga de varios elementos vitales.
De este modo, dependiendo de la cantidad que añadas de cada uno a lo largo del proceso alquimista que es la vida, obtendrás un resultado diferente en tu fusión existencial..."
"... En cada momento de tu evolución personal irás añadiendo moléculas de paciencia, fortaleza, cobardía, seguridad, egoísmo, locura, empatía, vitalidad, resistencia... Cada elemento lo decantarás en diferentes dosis, dependiendo de tu maduración... y así irás obteniendo unos resultados y una personalidad talentosa variable, que sucumbirá cuando te excedas en la medida y te obligará a iniciar la aleación desde los primeros pasos"
Tomó aire... y prosiguió su meditación compartida...
"... En cada momento de tu evolución personal irás añadiendo moléculas de paciencia, fortaleza, cobardía, seguridad, egoísmo, locura, empatía, vitalidad, resistencia... Cada elemento lo decantarás en diferentes dosis, dependiendo de tu maduración... y así irás obteniendo unos resultados y una personalidad talentosa variable, que sucumbirá cuando te excedas en la medida y te obligará a iniciar la aleación desde los primeros pasos"
Cuando terminó su exposición, me abstraje del ensimismamiento en el que había caído descuidada a través de sus palabras, y fué... a través de los murmullos y agitaciones que me rodeaban... cuando me percaté que, sin saber cómo, nos habíamos transportado a otros tiempos, a otros lugares...
Como si presenciara una reunión platónica en La Académia, allí estaba ella, indiferente a su entorno y exponiendo, de manera compartida, pensamientos, opiniones y creencias sobre la vida, con diálogos de ida y vuelta. Como si fuera maestra de vida.
Jamás llegamos a entrar al Museo de Arqueología... pero creedme que la tarde resultó ser muchisimo más entretenida y sorprendente de lo que esperaba... aunque eso... ya es otra historia...
2 comentarios:
Dios mio, LA DOCENCIA!!! Cómo acertar? Hay que renoverse NO en el tiempo, sino cada día. Hay que estar alerta con cada personita, con cada uno de sus mundos para llegar a todos los fondos de cada cuerpecito del aula, y así seguir dia a dia, año a año. Terrible profesión. PERO DE LAS MAS FASCINANTESSSSS. Ánimo a todos los docentes implicados. Gracias.
¡Nunca faltas a la cita M.G.! Muchas gracias por tu fidelidad.
Podría hablar miles de cosas sobre la docencia, pero es Sábado por la tarde en este ladito del charco y creo que mejor echaremos una siesta, que nos lo hemos ganado ;).
Un beso enorme y nuevamente ¡GRACIAS!
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