Me vino a buscar en limusina... sí, has leído correctamente, en una limisuna.... blanca, brillante e infinita.
Esperaba tranquila en casa a la hora acordada, 12.45pm, cuando sonó, dos veces, el claxon.
En ese momento, siguiendo estrictamente el protocolo que la noche anterior ella me había remitido por mail, esperé cinco minutos de cortesía, cogí mi pequeño clutch festivo con leves ondulaciones áureas, me calcé los altísimos peeptoes en glitter dorado, dí un último vistazo de conformismo a mi estilisimo en el espejo de la entrada y bajé, esplendorosa y regia, los escalones que me separaban de aquel enorme vehículo, fuera del cual un educado chófer esperaba amablemente a que subiera mientras, paciente, mantenía abierta la puerta trasera.
Debió ser aquel LBD en el que me habia enfundado con tanto esfuerzo (y del cual, preveía, me costaría desvestirme cuando regresara nuevamente a casa aquella noche...) que por un segundo me sentí grande y poderosa, aunque también avergonzada y tremendamente emocionada y nerviosa. Aquel brevaje de sentimientos provocó un escalofrío de precaución que recorrió mi espalda... aunque yo, henchida, lo ignoré...
Dentro de la limusina me esperaba ella, igualmente deslumbrante y con esa sonrisa indefinida ya conocida... escondite de misterio y peligro mezclados en iguales dosis.
Le pregunté a dónde nos dirigíamos tan elegantes. Realmente la incertidumbre me tenía ya al límite del precipicio... una noche de nervioso insominio y toda una mañana de desasosiego, estaban haciendo mella en mí. Sin embargo ella simplemente contestó:
"Quiero recordar una bonita, y breve, aventura vivida junto a mi hermana hace ya mucho tiempo.
Si tienes curiosidad puedes informarte en http://photocoolspain.blogspot.com/.
¡Prepárate porque será una noche que no olvidarás!
¡Arránque el coche!
¡Que empiece la fiesta!"
Si tienes curiosidad puedes informarte en http://photocoolspain.blogspot.com/.
¡Prepárate porque será una noche que no olvidarás!
¡Arránque el coche!
¡Que empiece la fiesta!"
Efectivamente, jamás olvidaré esta noche... pero esa historia... la dejaré para otro momento... ahora, sentada en el silencio de mi butacón os diré que me duelen demasiado los pies y necesito deshacerme de este martirizante vestido-corto-negro que se ha convertido en mi carcel durante toda la tarde... aunque quizá... antes tome un pequeño descanso... y mas tarde... cuando despierte...
_________________
TÓMESE CON ABSOLUTO RESPETO... SOLO ES CUESTIÓN DE HUMOR E IRONÍA
2 comentarios:
Jejejeje qué malas eramos
Y lo bien que lo pasábamos ;D.
Un beso ENORME!!
Publicar un comentario