jueves, 30 de enero de 2014

DÍA 554: Aparentemente lechugas


Me despertaron sin piedad alguna. Fue como si, apedreándome la cabeza con furia, ese sonido taladrante y descompasado tuviera como principal objetivo un súbito ataque al corazón. Algo masivo, que no duela. Un susto en condiciones y con tintes de herida mortal en mis entrañas.

Quizás fui demasiado exagerada... o quizás no... aún tengo el susto en el cuerpo. Creedme, ese despertador maldito y su agudo sonido busca en mis despertares una venganza de motivaciones viles e infames. ¡Que barbaridad!.

El caso es que aún insomne me deslizo hacia el salón. Rutina protocolar diaria... encender lamparita sobre mesilla, acomodar cojín, enchufar portátil, ventilador en marcha... creo que ya está todo en orden.

Y ahí, sin esperarlo, me aborda un pensamiento absurdo e inquietante. El amanecer de hoy ha sido brusco e inesperado y mi cuerpo, mi cabeza, mis entrañas, claman piedad mediante un molestísimo malestar general. El estómago revuelto y el mareo en primera fila diciendo... ¡presente!. 

Es en ese momento en el que se me ocurre, sin sentido alguno, que el dormir se parece mucho a los viajes en tren. Mucho más de lo que imaginamos.

http://bajolasombradeunala.blogspot.com/2010/07/esperando-el-tren.html
Sentada inmóvil en el sofá negro, a las 5:00am, tan solo puedo deshilar un volátil pensamiento que me dice que los procesos de descanso nocturnos pueden semejarse a los trayectos en locomotora. Si ha tenido la fortuna de viajar en un vagón reluciente y moderno de esos que son tirados por una máquina de alta velocidad, entonces su noche habrá sido maravillosa. Habrá disfrutado de un dormir de esos que comúnmente denominamos "del tirón". Sin paradas infinitas en estaciones rurales, sin eternidad en el trayecto. Si se acostó y amaneció sin despertarse, ha experimentado algo así como montarse y llegar al destino en un convoy que se traslada a la velocidad de la luz. Ha ido cómodo y despreocupado y amanecerá fresco como una lechuga.

Sin embargo, si tuvo la mala suerte de verse envuelto en un viaje regional de esos que van parando motores en cada estación del camino... entonces habrá tenido noche de infinitos despertares. Vigilias e insomnios de incontables estaciones en el trayecto. Y no hace falta decir... que estas noches le dejan a uno apaleado. Con dolor y malestar en cada punto de su ser tangible e intangible.

No entro aquí en la belleza de un tipo de viaje u otro, sino en la funcionalidad de los sueños reparadores en base al tipo de noche que se haya pasado... rectilínea e imparable o discontinua y exacerbante. 

Sin embargo, como todo en esta vida, nada es negro o blanco, no hay verdades absolutas, pues según mi propia reflexión de filosofía de poca monta, yo ahora debería estar fresca como una lechuga: cerré el ojo pasadas las 9:00pm y lo abrí a las 5:00am. 

Si las cuentas no me fallan, dormí del tirón... o lo que sería lo mismo, viajé en alta velocidad.

Pero no amigos y amigas de 12:45pm, no me siento como una lechuga, ni como una zanahoria ni como ningún artículo agrícola de frescura impagable. Más bien me siento como una escombrera. Y la culpa ya sabemos quién la tiene... el despertador maldito y sus sustos súbitos e inapropiados. Cortó mi descanso sin miramiento alguno, con un cuchillo de filo fino y demente. Con su sonido agudo y taladrante. Sin previo aviso. Despiadado.

Así que aquí estoy, todavía sentada en el sofá negro del salón. Sin inmutarme, mirando al frente, dejándome mecer por el aire fresco que sale del ventilador girando en su máxima potencia, esperando a que mi corazón bombee con calma y pueda, tras un despertar repentino, poner mis ideas en coherente secuencia y publicar algo lógico y entretenido en este jueves de finales de enero...

http://es.gdefon.com/download/saliente_tren_abandonado_Casos_equipaje/300131/1600x974
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3 comentarios:

Zuriñe Aguirre dijo...

Yo esta noche he viajado en un tren de alta velocidad y sin paradas. Y sí! casi se adivinan mis hojitas verdes de lechuga porque me desperté con música. Música agradable...

Unknown dijo...

¡Eso suena ESTUPENDO Zuriñe! En ese caso... disfruta de ese regalo nocturno que has tenido, ya sabes lo que pasa cuando nos toca en otras ocasiones el tren equivocado ;).

Un beso muy fuerte y ¡BUEN DIA!.

Unknown dijo...

Muchas gracias por tu comentario en mi blog, aquí tienes a tu nueva seguidora fiel:D
Un abrazo enorme!!