Aquel día, un potente haz de luz atravesó el universo y en el
mismo instante se abrió una gran ventana por la que comenzaron a entrar una
serie de elementos vacíos en forma de ceros. Hasta 6 habían penetrado cuando un
precioso punto hizo su aparición.
Revoloteó a su antojo alrededor de los ceros. De pronto se
chocó con uno de ellos sin querer, pero éste y debido al empuje recibido, fue a
dar con su delimitado cuerpo contra otro cero que por allí cerca se desplazaba.
¡Horror! Sus delimitaciones quedaron unidas, imposible separarlas. Ya no eran
ceros libres, ahora formaban un solo cuerpo. Se convirtieron en un 8. Viendo el
punto lo ocurrido y con un profundo sentimiento de culpa pensó actuar y a modo
de perro pastor guía fue rodeando a todos los elementos hasta que los ordenó en
fila. Primero colocó el 8 abriendo fila y detrás todos los demás ceros. Pensó
que así no volvería a ocurrir lo ya sucedido. Pero como punto inquieto que era fue
colocándose entre los ceros, arriba, en medio y abajo. Comenzó por el que
estaba en último lugar. Después pasó al siguiente y al siguiente hasta que
llegó al que estaba detrás del 8 y allí cayó rendido colocándose en la base. No
volvió a despertarse y así quedó, formando una cifra, el 80.000.
Y así es, queridos niños y niñas, como surgió el 80.000 que
se llenó de 80.000 miradas llenas de curiosidad. 80.000 miradas que por su
curiosidad se nutrieron de sabiduría, esperanza, alegría, motivación,
imaginación, luz, conocimientos, energía, empatía, resiliencia, emociones,
reflexiones, pensamientos profundos…
Sí, de todo eso y mucho más, y sólo, y ni más ni menos, que… por
visitar aquella curiosa y mágica ventana que produjo un enganche embrujado y
dopante en sus asiduos visitantes.
2 comentarios:
Enhorabuena, amiga, por tus casi 85000 visitas. No creas que no he estado al tanto de tu propuesta, pero no he podido participar. Continúo ahí.
En un ratito llegas a las cien mil.
Un beso,
Cuentón.
¡¡Queridísimo Cuentón!! Siempre presente y querido en esta tu casa. No sabes lo que me alegra leer tus palabras, que aun siendo breves, significan mucho para esta servidora.
Te entiendo, sabes que aquí no hay reglas, no se ficha, no hay exigencias, solo libertad y disfrute, sabes que esta ventana (al menos por el momento) seguirá abierta para todo aquel que quiera asomarse en su propio tiempo y forma... y todavía más para tí, que ya eres parte de la familia.
No te negaré que se te echa de menos (¡y mucho!), pero nunca se te olvida,¡IMPOSIBLE!.
Espero que pronto podamos compartir más letras e inspiraciones,q ue sea lo que sea lo que te tiene entretenido en la vida real te de un poco de tregua ;).
Un beso muy fuerte y te dejo la ventana abierta para que pases cuando lo desees.
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