DÍA 156: [DIARIO NAVIDEÑO 7] Toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son

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Mis párpados pegados suplican piedad,

tienen sueño, buscan amparo... piden a gritos oscuridad.

Pero yo me mantengo inflexible, necesitan disciplina y autoridad:

"Un Blog diario no se escribe solo, necesita continuidad,

los madrugones forman parte del sacrificio, al sueño hay que despojar de libertad".

Los persuado de su queja eterna, de su reclamo de dar al sueño mayor profundidad,

sin embargo ellos, inconscientes del esfuerzo, me responden con somnolienta ansiedad...

..."Nos desvelas cada día, cuando aún la noche invade la ciudad.

Despiertas además a media familia, ¿crees que eso es responsabilidad?"...

...y se cierran con energía, con una actitud de dramática fatalidad,

me entristece verlos fatigados y amanecerlos con impasible clandestinidad.

Entiendo su exigencia, pues otros órganos lo han solicitado irritados con previa anterioridad,

pero no puedo evitarlo, escribo diariamente, sea festivo, laborable o días de Navidad.

Bostezo, tengo sueño y mis párpados se revelan con hostilidad,

aún así los ignoro testaruda y el despertador preparo, cada noche, con plácida ingenuidad.

Y cuando suena el estruendo mañanero, cuando el ruido del reloj me asusta brusco con puntualidad,

dudo si levantarme tan pronto, pues creo que mi cuerpo no dispone a esas horas de ninguna movilidad.

12:45pm me tiene a raya, me espabila con impasible excentricidad,

y pienso que, a pesar de los lamentos, madrugar en vacaciones para dedicarle su tiempo... me aporta felicidad.

Seré una terca, una lunática, una incomprendida o, quién sabe... tal vez una genialidad,

no me importa lo que digan, seguiré madrugando, mientras pueda, para en estas fechas dejar constancia de mi cotidianidad.

¡¡Felices Fiestas amigos, deseo que vuestra ilusión de lectura tampoco tenga, todavía, fecha de caducidad!!

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