Querido Beto,
Te echo de menos.
La última vez que te ví tuve una de esas extrañas sensaciones que presagian inexplicablemente lo que al final se convirtió en suceso real... este año te fuiste... silencioso.
Viví tu partida desde la lejanía, doble dolor por tanto. No pude despedirme como merecías, y pienso que quizás estaba escrito que tu último viaje debía ser así... silencioso.
Ahora, al regreso a mi tierra, noto tu ausencia, echo en falta tu presencia, siento que todo esta demasiado tranquilo, invariable, demasiado... silencioso.
Ya no esperas impaciente nuestra llegada, tumbado en el salón, inquieto, con los ojos expectantes, envuelto en un ambiente de atenta espera, guarda fiel en un hogar incompleto y... silencioso.
Por la mañana abro la puerta de mi habitación despacio, pensado que quizás estés al otro lado, esperándome al haberte percatado, antes de que la manilla gire permitiéndome la salida, que ya me he puesto en pie para iniciar mi jornada. Esperas, agitado, a que salga de mi refugio nocturno para darme la bienvenida, emocionado, moviéndote zigzagueante reclamando una muestra de cariño vespertino, nervioso, solícito... silencioso.
Me descubro llamándote en mi cabeza, deseando que aparezcas tras mi reclamo a golpes en el hierro del somier... imagiando tu inesperada aparición para acariciar tu lomo y dedicarte unas palabras, ilegibles para ti, pero que respondes con mirada interesada anhelando rescatar en mi discurso algún término de esos que tan feliz te hacen... "calle", "galleta", "¿quién viene?"... pero la llamada se queda en mi interior, retumbando hueca en mis recuerdos... añorándote en estado íntimo y... silencioso.
Y así, tecleando mi ordenador, sentada incómodamente en mi cama, en esa cama en la que siempre te subías, compañero, escribo esta ausencia para sentirte más cercano... para que abandones tu estado inexistente... para que dejes de estar, por siempre ... silencioso.
Busco hoy un rescoldo que me ayude a soportar este silencio, esta nostalgia muda, este vacío perforado y... silencioso.
Te echo de menos.
Te echaré de menos...
...hoy, mañana y siempre, Beto,...
...por eso te dedico un DÍA... pues al escribirte te mantengo presente en mi presente.
La última vez que te ví tuve una de esas extrañas sensaciones que presagian inexplicablemente lo que al final se convirtió en suceso real... este año te fuiste... silencioso.
Viví tu partida desde la lejanía, doble dolor por tanto. No pude despedirme como merecías, y pienso que quizás estaba escrito que tu último viaje debía ser así... silencioso.
Ahora, al regreso a mi tierra, noto tu ausencia, echo en falta tu presencia, siento que todo esta demasiado tranquilo, invariable, demasiado... silencioso.
Ya no esperas impaciente nuestra llegada, tumbado en el salón, inquieto, con los ojos expectantes, envuelto en un ambiente de atenta espera, guarda fiel en un hogar incompleto y... silencioso.
Por la mañana abro la puerta de mi habitación despacio, pensado que quizás estés al otro lado, esperándome al haberte percatado, antes de que la manilla gire permitiéndome la salida, que ya me he puesto en pie para iniciar mi jornada. Esperas, agitado, a que salga de mi refugio nocturno para darme la bienvenida, emocionado, moviéndote zigzagueante reclamando una muestra de cariño vespertino, nervioso, solícito... silencioso.
Me descubro llamándote en mi cabeza, deseando que aparezcas tras mi reclamo a golpes en el hierro del somier... imagiando tu inesperada aparición para acariciar tu lomo y dedicarte unas palabras, ilegibles para ti, pero que respondes con mirada interesada anhelando rescatar en mi discurso algún término de esos que tan feliz te hacen... "calle", "galleta", "¿quién viene?"... pero la llamada se queda en mi interior, retumbando hueca en mis recuerdos... añorándote en estado íntimo y... silencioso.
Y así, tecleando mi ordenador, sentada incómodamente en mi cama, en esa cama en la que siempre te subías, compañero, escribo esta ausencia para sentirte más cercano... para que abandones tu estado inexistente... para que dejes de estar, por siempre ... silencioso.
Busco hoy un rescoldo que me ayude a soportar este silencio, esta nostalgia muda, este vacío perforado y... silencioso.
Te echo de menos.
Te echaré de menos...
...hoy, mañana y siempre, Beto,...
...por eso te dedico un DÍA... pues al escribirte te mantengo presente en mi presente.
¡¡FELIZ NAVIDAD BETO!!
¡¡ESTA NAVIDAD GRITARE FUERTE TU NOMBRE,
BRINDARÉ ESCANDALOSA PARA ROMPER ESTE SILENCIO
Y, EXALTADA, TRAERÉ CADA DÍA TU RECUERDO, QUERIDO BETO,
SELLANDO POR SIEMPRE LA BRECHA DE SILENCIO QUE SURGIÓ PARA SENTIR AÑORANZA Y NOS IMPIDE LLENARNOS DE GRATITUD POR TU SIEMPRE NOBLE COMPAÑÍA!!
¡¡TE QUEREMOS!!
Fdo. 12:45pm
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9 comentarios:
Agradezco la entrada y el recuerdo, pero si estos días puedo pedir algo me gustaría que se quedase permanentemente en el recuerdo de todos pero m gustaría que no se nombrase lo q para mi aun se hace difícil de soportar, que es su ausencia. Me gustaría que en esos tiempos malos que corren al menos podamos tener una "feliz" Navidad, lo mas feliz posible, y se que para mi ya no va a ser del todo así porque me falta una parte importante, pero quiero conservar el resto. Por eso me gustaría q no se olvidase pero que no se sacase el tema durante estos días. Espero que lo comprendáis. Gracias por acordarte de el, se que donde este estará atento a nosotros
Por eso precisamente he escrito esta entrada... en silencio.
No he dicho su nombre en alto aún estos días... solo en silencio en mi interior.
Es mi manera de sacar la añoranza, y mi alegría de saber que ha compartido una vida plena y feliz.
Tranquila que todos estamos en la misma situación, así que el silencio será compartido y alegre.
YUn beso enorme (y además ahora te lo puedo dar que te tengo junto a mi, así que en ruido o en silencio, estamos, de nuevo, juntas en esto).
Qué alegría reencontrarte!!! Esta tarde he visto a tus padres y me han dicho que hoy mismo habeis hablado de mí. Cosas del destino! Me alegra que todo vaya bien, y espero que tu aventura te esté trayendo mucha felicidad. Te deseo lo mejor, y desde hoy, te sigo.
Muchos besos.
Lucía.
Retornemos al día, escrito,114.
Beetho.
Desde el 28 de marzo voy cerrando puertas. Puertas difíciles de cerrar.
Sé y soy consciente de que muchas personas no lo pueden entender. Soy de la opinión de que lo que no se conoce, es imposible de entender tal y como es. Uno se puede hacer una idea, sí, pero percibir hasta entender es imposible si no se conoce.
Decía que desde aquél terrible día para mí, voy cerrando puertas, pero no quieren dar cerrojazo.
¿quién me va a acompañar estos dias de Navidad a tañir la pandereta?. Betho, eras mi colega en ésto y ahora ya no estás. Yo ya no voy a tocar ese instrumento.
¿Quién, cuando comiencen los cohetes de comienzo de año me va a mirar pidiéndome protección y se va a resguardar en el mejor rincón de la casa y una vez terminados los estruendos va a salir y se va a dirigir a mí preguntándome si ya ha terminado?.
¿Quién........?
Aún tengo muchas puertas que cerrar. Ixone muchas más, que al fin y al cavo era su ama, y tú, que llevas todo un año sufriendo desde la distancia, más.
Mientras veamos amanecer y rodar los dias, con compañía, amor y unión, lo iremos superando y eso para nada significa olvidar. Eso jamás podrá ser. Betho ha sido fiel y un miembro de la familia(su ama, hermana, padres, abuelos, tios, primos, amigos de todos...)Betho ha sido un personaje especial, todos lo hemos querido, repetado y amado como un miembro más de la familia. Repito que habrá personas que no lo entiendan, pero eso será porque no han experimentado esta vivencia, no la conocen y por eso es imposible que lo entiendan.
Va a ser inevitable que estos dias no se le nombre y se le recuerde. Totalmente inevitable. Betho fué, ha sido y será un miembro más en toda nuestra familia, y todos lo vamos a recordar y echarle de menos en cada segundo del día a día.
Muchos besazos.
¡¡LUCIA MENUDA SORPRESA MAS GRANDE Y AGRADABLE!!
Efectivamente justo ayer hablaba con mi padre sobre tí, ya contaría él cómo surgió tu nombre ;). ¡Cómo es la vida! ¿verdad?.
No sabes la ilusión que me hace saber de tí, muchas veces me pregunté por dónde estabas y qué sería de tu vida, así que ahora ya no tenemos excusa :). Como podrás ver mi vida ha cambiado "un poquito", por eso me encantaría que compartiéramos un café y nos pusiéramos, en lo que podamos, al día.
Por favor, envíame un email con el tuyo a docecuarentaycincopm@gmail.com y a partir de ahí te contesto con mi correo personal e intentamos quedar (yo estaré por aquí hasta el 13 de Enero).
Un besazo ENORME y espero tu email para que podamos quedar un día, ¿te parece?...
Poco más que añadir, gracias Ama por exteriorizar tu sentir y tu pensar, gracias por compartirlo en esta ventana y ANIMO para todos, al fin y al cabo (será por mi esencia positiva) con lo que debemos quedarnos es con todo lo bueno que nos dejó (que no es poco) y con todos sus bonitos recuerdos ¡que son muchisimos! :D.
Tuvimos la suerte de estar con él... ¿qué mejor regalo?
Un besazo y ¡¡FELIZ NAVIDAD!!
pobrecillo... yo sí os comprendo.
biquiños,
Qué bién se lo paaba en la terraza cuando nevaba!!!!!! Le encantaba rebozarse en esa masa blanca que cubría los tiestos y el suelo!!!!!!
Lo bueno es que tenemos unos recuerdos PRECIOSOS y hemos tenido la suerte de aprender y experimentar lo que es el amor de una mascota, eso es un regalo que debemos apreciar aún más que el dolor por la despedida, aunque a veces la pena nos llene... tenemos que pensar en positivo, porque precisamente fueron más cosas positivas las que nos legó que negativas y tristezas.
Un besazo y ¡¡FELICES FIESTAS!!
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