miércoles, 12 de diciembre de 2012

DÍA 141: Donde al ahogar las penas huele a asfixia y desconsuelo

Esta es la historia de un espacio sin tiempo, sin nombre, sin memoria.

Existe un lugar que siempre se encuentra sombrío, la luz cada día lucha contra la oscuridad para poder filtrarse entre los pequeños ventanales enrejados que hace incontables siglos fueron dispuestos de manera incómodamente estratégica... intentando aportar intimidad a lo que los muros salvaguardan con negrura en su interior.

Un olor avinagrado embriaga cada rincón de aquel local... se filtra sinuoso, incontrolable e indigesto entre rendijas, baldosines, maderas y cemento. Es tal su poder aturdidor que con tan solo asomar la nariz por la escuálida puerta de entrada, también enrejada y ubicada estratégicamente incómoda, se pueden sentir agrias punzadas en la boca del estómago, cerrando el malestar con una desagradable sensación gástrica... como si las papilas gustativas se diluyeran en ácido fermentado.


Entre aquellos muros impregnados de moscatel corrompido, aprovechando la profunda negrura, se destripaban las barricas de madera al mismo tiempo que lo hacían las barrigas de carne y desilusión... clientes engullidos por las sombras de lo que soñaron ser sin luchar por ello, sin ninguna ambición.

Espacio sin tiempo y sin dirección, no se hallará en el mapa, tan solo se llega al caer en desgarradora desesperación. En el amanecer donde el dolor arañe el alma y la llene de desolación, entonces se sabrá dónde se encuentra este lugar en tinieblas, entre anhelos rotos untados en envenenado licor.

Si se resbala a las devoradoras sombras y la vida se orientaba hacia aquella dirección, sin mapa, sin plano, sin brújula abierta, tan solo la rotura y la desilusión, entonces emerge, en un cruce de calles inconexas, este lugar de ardiente aflicción, de olor nauseabundo a vino fermentado por años regado en cada rincón. La esencia olfativa que siente el cliente no proviene de barricas ni botellas, ni siquiera del líquido en descomposición... lo que hace a este sitio impregnarse en fragancia de peste y hedor son las esperanzas abandonas, durante siglos, en cada barrica, en cada esquina y recoveco, en cada sórdido corazón.

Ilusiones perdidas en noches taciturnas germinadas en uva y ensalzadas por un Consejo Regulador.



Bodega de espíritus perdidos entre pedidos de caldos dulces descompuestos en alcohol. Se decanta en los vasos, como oscuro líquido, esperanzas transformadas en extraviado consumidor... se elige el caldo de pasa que más embriaga... y pasa la vida arrastras sobre el mostrador.

Cosechas de hombres abandonados en la oscuridad de un salón, fermentando sus vidas, sus promesas, sus certidumbres... fermentando su cuerpo, su alma y su inspiración.

Y en esta historia de un lugar sin tiempo, sin nombre y sin memoria, las barricas ruedan eternamente... acogiendo de manera perpetua a sus ávidos clientes... meciéndolos en la eterna ingravidez del calor envuelto en brebaje de uva... en la calidez del dejarse acunar a manos de la muerte... como un títere sin rumbo... como un ser licuado... descompuesto... inerte.

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2 comentarios:

M.G dijo...

¡Qué profunda angustia y desesperación transmite hoy el escrito!
Percibo que has reflejado los más bajos sentimientos que padece uno justo antes de tocar suelo, de haber alcanzado el más profundo hundimiento.
Pero creo que justo en ese momento ya se está preparado para incorporarse y levantar nuevamente el vuelo, ¿no?.
Si hoy hubiera tenido yo uno de estos días creo que con tu escrito me hubiera regodeado en la desesperación durante unos momentos, pero tras haberme mostrado con él la condición en la que me hallara, daría carpetazo cargándome de nuevo las pilas.

Profundo escrito.
Feliz dia.

Docecuarentaycinco dijo...

Hola M.G., bueno en este caso no he reflejado eso exactamente, aunque ya sabes que mis lecturas tiene tantas interpretaciones como lectores.
He querido "recrear" una historia imaginaria de un lugar que existe realmente (en una bonita ciudad del Sur de España) que siempre que voy me resulta un sitio sombrio y lleno de infinitos cuentos, por su solera y por su ambiente. En este caso me deje llevar y soñe con esta historia, quizas haya una proxima vez donde use las mismas imagenes con una historia diferente... quien sabe! ;).
Feliz noche!!