DÍA 744: Tres cosas positivas. Día 2.

Continuamos hoy con nuestro periplo de triple positivismo (recuerda que este breve viaje comenzó en el "DÍA 743: Tres cosas positivas. Día 1."), asi que allá vamos con el segundo día de enumerar tres cosas positivas que sean recientes y que a día de hoy:

Positividad 1. Ayer, por segunda vez en este año, una conocida página web con red social en Facebook me escribió un mensaje para indicarme que iban a publicar un relato que les había enviado hace ya varias semanas atrás (el relato enviado lo conocéis, queridos visitantes y residentes, pues es el publicado en 12:45pm el viernes 13 de junio de 2014 bajo el título "DÍA 688: La cuerda"). La página que lo publicó se llama "Museo de la Palabra", os animo a echar un vistazo tanto a su web (HACIENDO CLICK AQUÍ) como a su página de Facebook, que es donde lo publicaron (buscándolo como MUSEO DE LA PALABRA). Esta positividad tiene segunda parte, pues para mi grata sorpresa el texto ha gustado y los comentarios, las veces compartido y los "me gusta" recibidos, han sido inesperadamente numerosos. Me siento por tanto doblemente feliz con esta primera positividad.

Positividad 2. Ayer pude avanzar bastantes cosas en mi puesto de trabajo. Se me había acumulado, por diferentes motivos, una cantidad ingente de tarea que me tenía consumida. Ayer pude avanzar, aunque todavía quede bastante, y eso me ha permitido darme un pequeño respiro (de medio segundo) para calmar los nervios de cara a la actividad del sábado (de la cual ya os hablaré un poquito más adelante si os parece...).

Positividad 3. El domingo cada vez está más cercano. Así, sencillo y directo. Estas últimas semanas mi ritmo de vida (laboral y personal) se ha visto acelerado considerablemente. No he tenido el suficiente tiempo para descansar y para compartir un buen rato de charla distendida con M.A. (este punto lo ampliaré algún día, pues es casi una filosofía de vida que incluí en mi manual de relaciones personales hace varios años atrás). Así que para mi tercera positividad elijo que el domingo empieza a divisarse en el horizonte.

Como veis seguimos encontrando fácilmente cosas buenas por las que sonreír. Siempre, incluso en el peor de los momentos, existirán tres cosas por las que sonreír, pues: 1. en todo momento contamos con oportunidades; 2. tenemos en nuestra mano la opción de ser libres y, 3. el mundo amanece cada día para permitirnos dejar atrás e iluminar momentos de oscuridad dolorosa.

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La vida definitivamente es una fiesta donde las cosas no siempre suceden como uno espera... quizás encontremos invitados poco agradables, o ambiente poco propicio para el baile y el meneo, tal vez haga demasiado frío o calor, o estemos rodeado de tanto ruido y bullicio que sea imposible escucharnos a nosotros mismos... sea como sea el momento de la fiesta en la que uno se encuentre, jamás debemos perder de vista que esa celebración palpitante es por y para nosotros y en todo momento tenemos opciones... sentarnos un ratito a descansar, parar y recuperar fuerzas, buscar entre todo el jaleo personas con las que nos sintamos afines, superar nuestro malestar y, aunque no nos guste, echarnos unos bailes (eso siempre anima) o, simplemente, disfrutar del momento... que a veces es más sencillo y provechoso de lo que uno pueda imaginar. 

Lamentablemente, en demasiadas ocasiones, las circunstancias son las que dominan nuestra esencia y no al revés.

Por todo esto... ¡cuéntame de nuevo tus tres momentos positivos de hoy, ponte en pie con energía y a disfrutar de la fiesta!

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