martes, 11 de marzo de 2014

DÍA 594: ¿Dígame?

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Durante todo el día de ayer estuvo sonando el teléfono. Insistente y desquiciante. Con ese timbre agudo y taladrante que solo los aparatos de comunicación antiguos pueden emitir.

Estaba claro que ayer yo no estaba, pero muchos fueron los que, a pesar de mi ausencia con preaviso, quisieron intentar localizarme. El cariño del recuerdo se agradece, de corazón.

Mi desaparición momentánea no se debe a nada en especial, o al menos a nada extraordinario de lo que ya viene siendo mi vida en los últimos años y, principalmente, meses. Mando por tanto tranquilidad a quienes con inquietud nerviosa me enviaron mensajes de preocupación. El afecto de la intranquilidad se agradece, de corazón.

De vez en cuando me tomo mis espacios, aunque a veces no se note y se confunda con pequeños relatos visuales presentados con títulos sugerentes. La confusión con microrelatos, por supuesto, se agradece enormemente, de todo corazón.
 
A pesar de toda esta secuencia de presencias y ausencias en esta nuestra casa, sabéis que siempre estoy ahí, al otro lado de la pantalla, desbordada al ver vuestras llamadas que esperan emocionadas escuchar al otro lado un complacido "¿Dígame?". A pesar de los kilómetros que puedan separarnos (o quizás no... pues el ciberespacio no entiende de tiempos ni de límites) quiero deciros, queridos residentes y visitantes, que el cariño es mutuo y que por supuesto cuando perciba ciertas ausencias por vuestra parte, también os tengo presentes y confío en que si os mando una llamada... tarde o temprano me responda al otro lado de la línea ese esperado "¿Dígame?" con retorno a mi oído.

Cariño desprendido de ida y vuelta, es una de las bondades del ser humano.
 
Además, como le decía hace pocos días a una buena amiga a través de una conversación privada en una conocida red social... "la distancia magnifica muchas cosas, sobre todo la sensibilidad para percibir el dolor de los demás, porque se reconoce en él el dolor de uno mismo"... así que ya no tengo excusa para deciros, amigos y amigas de 12:45pm, que tenéis mi email a vuestra disposición, si alguna vez necesitáis un desahogo con una soñadora empedernida, solo tenéis que volcar vuestros sentimientos hechos palabra y pulsar el botón de "Enviar"...

...estad seguros de que al otro lado siempre os responderá un "¿Dígame?" amistoso y complaciente.
 
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2 comentarios:

Mr. M dijo...

Tan necesarios esos momentos para estar a solas con uno mismo. Mientras sigas regresando, todo va bien.

Un abrazo!

Docecuarentaycinco dijo...

Es la magia de 12:45pm... que estoy sin estar ;).

Gracias por echarme de menos y animarme a que regrese de mis "retiros"... esa es mi intención... al menos por el momento...

¡Un abrazo fuerte Mr. M y feliz miércoles!