Cuenta la leyenda que existió hace mucho tiempo un Domingo que no quería ser el primero del calendario semanal. Rogó y rogó y rogó sin descanso durante décadas y finalmente, el tiempo, agotado por los lamentos y quejidos, creó el calendario cristiano y puso al Domingo el último de la semana, para que protestara y gimoteara con motivo fundamentado.
Por supuesto el Domingo siempre siguió siendo Domingo, ya sea ubicado en un calendario judío como en uno cristiano. Y tal ha sido, es y será su poder sollozante, que ahora no vierte lágrimas y desconsuelos a solas... ahora, todo el que mire el calendario y admire la ubicación dominguera, sentirá el punzante dolor de que el fin de semana se termina inevitablemente.
Fin
http://www.michelzbinden.com/Images/Calendarios/Estandar/calendario-2014-anual-azul-d.jpg |
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