Están siendo éstas semanas de intensas emociones internas.
Quizás sea que el cuerpo y la mente me piden a gritos desconectar unos días en Tierra de Origen y recargar baterías, quizás sea que me ha tocado vivir un momento laboral de entorno e interior complejo, quizás sea agotamiento extremo porque paso demasiado tiempo intentando buscar dónde se encuentra realmente el locus de control (fuera o dentro..)... eso deja para el arrastre a cualquiera, ¿sabes?.
El caso es que podría pasarme el día frente a esta pequeña pantalla escribiendo cómo me están afectando estas últimas semanas, pero probablemente os enloquezca tanto como lo estoy haciendo yo y, ciertamente, no merece la pena, las rumiaciones importantes deben ser siempre eso, rumiaciones de una sola cabeza... el resultado final, las primeras conclusiones, son las que realmente sí se deben compartir.
Lo único que tengo claro ahora mismo es que necesito con urgencia dar ese saltito al otro lado y reequilibrar mi punto de apoyo vital junto a familiares, amigos, calles añoradas, olores de invierno, pasar frío, perderme en agradables charlas, disfrutar de reencuentros y de acogedoras comidas en familia, mi Navidad hospitalaria... sentirme, al fin y al cabo, en casa de nuevo.
En poco menos de tres semanas subiré a ese avión que tanto temor como cariño le tengo y el resto... será un sueño hecho por fin realidad.
Ayer Nero, nuestro mimado e inteligente felino negro como el betún pero de alma blanca y buena, tuvo un comportamiento que me resultó, cuanto menos, enternecedor. Probablemente me conmovió tanto por el hecho de que me sentí identificada con su actitud, con su locura de gato inconsciente... con sus ganas de esconderse, de pasar desapercibido, de ocultarse en un lugar agradable, seguro y cómodo...
A veces es necesario retornar a la raíz de uno mismo para nutrirse de todo aquello que le ayuda a seguir creciendo... ese momento, definitivamente, está llegando para mi, pero parece que los días no pasan y que mis ganas crecen sin control ni medida. Quizás opte por el truco de magia gatuno... quizás me esconda en un agujerito a esperar que otros pasen las hojas del calendario mientras yo, tranquila y segura, aguardo el momento en el que coja mi maleta y suba a ese avión de regreso... quizás me engañe a mi misma... quizás soñar sea gratis y tan solo, este DÍA 488, sea una rumiación que se ha escapado, libre, de mi cabeza alocada...
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Recordad
que hasta el 2 de diciembre están abiertas las votaciones para elegir
vuestra inspiración favorita a la celebración de los 50.000. Los
escritos que forman parte de la selección son los siguientes:
DÍA 468: 50.000 por... OLGA
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¡MUCHAS GRACIAS!
Votar
es muy sencillo: 1. Lee con suma atención cada propuesta; 2. Rumia
intensamente cada emoción percibida; 3. Medita con filosófica seriedad
cada inspiración; 4. Da tu voto en la encuesta llamada "50.000 por..." que encontrarás en el menú de la derecha de este blog.
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2 comentarios:
¡VAYA! Al principio no o ví, pero hoy, al leerte de nuevo, me he fijado y...ahí está! pero si es Nero enroscado al rededor del árbol!!!. Qué gracia me ha hecho.
Tranquila, hija, que ya casi ha legado el día. Lo mejor es que no pienses en ello para que el tiempo transcurra a su ritmo sin ningún pensamiento machacante ni urgente. Ya sabes el dicho de "vísteme despacio que tengo prisa" y a esta situación en la que te encuentras creo que también es aplicable.
Un beso.
¡Hola Ama! Así es ahí esta Nero... escondido, escondido :).
En cuanto al resto... luchando cada día hacia delante, sacando fuerzas y deseando aterrizar en Madrid pronto :).
¡Muchos besos!
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