Estabas radiante, con esa piel suave y renovada que siempre tuviste y siempre la admiraba con fascinación y desconcierto. Nieta embelesada.
Ignorante a todo lo que después sucedió... así te presentaste esta noche. Como si nada hubiera pasado, pizpireta, activa, inquieta y rebosando portentosa fortaleza.
Esta noche te colaste en mis sueños, sin llamar a la puerta, como a mi más me cautiva.
Mezcla de imagen onírica, de recuerdos de una película vista hace pocos días, de deseos, de añoranzas y de desgarradora pérdida. Así fue mi sueño, extraño y reconfortante.
Ahora, ya despierta, te sigo recordando, abuela. Agradezco tu visita... dejaré, cada noche, la puerta abierta.
Para que entres cuando quieras y charlemos un rato o quizás, la noche entera.
Pasa y acomódate en mis sueños... tenemos hasta que amanezca.
http://con-miga.blogspot.com/2012/03/el-sueno-de-la-abuela.html |
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5 comentarios:
Preciosa entrada. Dolor compartido. Ánimo amiga!
Gracias Lucía, tus palabras también me han reconfortado. Ánimo para ti también... compartamos no solo el dolor, también las caricias al alma. Para eso estamos.
Un beso muy fuerte.
Sabíamos que te iba a visitar. Ella no podía dejar esa puerta sin cerrar. Esperamos que hayas sido feliz con su presencia. Siempre está y estará. Escuchémosla.
Muchos besos.
Precioso lo que has escrito.
Precioso el vídeo que acompaña a tu escrito.
Duro y precioso.
¿ Quién dijo que lo duro no puede ser precioso?
Ánimo y a seguir lo que dure el CAMINO.
Besos.
Gracias por vuestras palabras. Muy reconfortantes también, sin duda.
Un beso muy grande y a seguir adelante siempre.
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