jueves, 28 de marzo de 2013

DÍA 247: Sin crónica ni muerte anunciada

Sobre la mesa dos hojas recién sacadas de un envoltorio con un total de 500. 

Cinco gotas de sangre perfectamente circulares era todo lo escrito en ellas.
  
Cinco espejos rojizos en los que se reflejaba una mirada sobrecogida, pupilas llenas de desconcierto y aterrorizada libertad creativa.

Sobre la silla, reclinado hacia la derecha, el escritor yacía moribundo y desconsolado.

El arma del crimen, hecha herramienta caligráfica, suspendía aún de su mano rozando el suelo... acariciando el sueño extraviado.

Quiso su pluma redactora replicar los pecaminosos pensamientos con los que el novelista amanuense había amanecido aquella funesta mañana. Su conciencia adulterada se opuso firmemente y se produjo, en un instante homicida, la  contienda definitiva que pondría el sangriento punto y final a su trayectoria como escribano de textos bíblicos.

El verdugo... la lanza litúrgica de rígido pensamiento teológico.
La víctima... la innata libertad de la creatividad humana.

Dos hojas recién sacadas de un envoltorio con un total de 500 y cinco gotas de sangre perfectamente circulares fue todo lo que el copista con ínfulas de excarcelación soñadora grabó en su retina antes de cerrar,
por siempre, 
sus párpados cansados rebosantes de hipocresías teológicas.
http://www.crime-scene.com/store/A-6100.shtml
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2 comentarios:

M.G dijo...

Duro. Profundo.
Angustia y desasosiego.

Reflexión.

Buen dia y que no se cumpla los presagios escritos.

Un saludo y feliz dia.

Docecuarentaycinco dijo...

Hola M.G., como ves llego tarde a responderte pero llego, he estado unos días de descanso y me resultaba complcado responder desde el teléfono.
Gracias por tu comentario y por expresar las emociones que te provoca el escrito.
Un fuerte abrazo, nos vemos en 12:45pm.