DÍA 243: Intercambio de Experiencias o... "El país de la Alegría" (por Ama)

Hoy es Ama quien intercambia con esta ventana una bonita historia en respuesta al "DÍA 234: Os propongo un juego en honor al lema de 12:45pm". En realidad, sus regalo para nosotros incluye dos historias, una real, con la que comienza su intercambio, la otra, tristemente, ficticia... Una reflexión múltiple que nos hace llegar como muestra de su compromiso y fidelidad a 12:45pm pues sé que ella también es residente habitual de esta pequeña gran ventana. Suena quizás reiterativo, pero me ha encantado tu respuesta al juego... ¡¡muchas gracias Ama!!.

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Como madre que soy, hoy me gustaría compartir algo con otras madres/padres que se hayan podido encontrar en mi misma situación... con hijos válidos que te llegan a sorprender y te hacen reflexionar. Estamos saturados de todo lo contrario, pero hay veces que ocurre lo que me ha ocurrido a mí.

Se que no es hoy día por desgracia lo más habitual, pero de vez en cuando ocurre. Por eso quiero intercambiar con padres/madres que se hayan visto en esta misma experiencia... mi experiencia.

Con tan solo 7 años va la hija y escribe esto... 

EL PAÍS DE LA ALEGRÍA

  

Érase una vez un país que era muy alegre. Las sonrisas aparecían en todos los lados. Se oía la risa de los niños, los padres iban contentos al trabajo, las mamás paseaban alegres a sus hijitos, los abuelitos salían de paseo y se sentaban contentos y felices en los bancos, los pájaros cantaban en los parques con alegría...

Pero un día se divisó en el horizonte una nube gigantesca que poco a poco se iba convirtiendo en un fantasma.

Un tiempo después de ocurrir ésto ya no se oían las risas de los niños, la gente no iba segura por la calle, no se oía cantar a los pajaritos, las mamás no salían con sus hijos, los padres ya no iban a su trabajo...

- ¿Y por qué ya los padres no iban al trabajo?

- Porque los jefes de las fábricas tenían miedo al fantasma, por lo que las cerraban y se iban a otros lugares.
- ¿Y por qué los jefes tenían miedos al fantasma?
- Pues porque el fantasma les decía: " Dadme dinero, lo necesito para comprar armas de fuego y si no me lo dais os las vais a ver conmigo y puedo haceros mucho daño".

Hubo quien siguió al fantasma y le hizo caso pero otros se marcharon del país. Los que se quedaron cada vez vivían más aterrorizados.

Un día se reunió toda la gente del país y decidieron luchar contra los seguidores del fantasma y contra él mismo. Todos pusieron dinero, lo que cada uno podía, y también compraron armas.

Ocurrió que, claro, a la vez que morían los seguidores del fantasma, también morían los que luchaban contra ellos. Esto hizo que tanto las gentes como los niños cada vez se sintieran más inseguros. El miedo se apoderó de ellos. Ya no podían reír como antes porque prácticamente todos los días la radio y la televisión daban noticias de algún muerto, muerto que siempre era conocido por la gente.

No había seguridad en las calles, ni siquiera para los niños; ya no se podía pasear como antes, ni jugar tranquilos como se jugaba antes de llegar el fantasma. Muchos papás pedían como mendigos por las calles porque trabajo no tenían pero sí hijos que alimentar.

Esta situación se hizo insostenible.

De pronto un día apareció de nuevo en el horizonte otra nubecilla que cada vez crecía más.

-¡HORROR! - gritaban unos.

-¡Qué va a ser de nosotros! - decían otros.

-¡Esto es nuestro fin!

-Si con un solo fantasma estamos así, ¿qué nos pasará con dos?...

Pero se equivocaron.

Esa nube iba, poco a poco, tomando forma de una gran paloma. Según iban viéndola todos se quedaron con la boca abierta.

Los seguidores del fantasma se asustaron muchísimo, así que le abandonaron y se fueron con la paloma. Éste, al ver lo que estaba pasando huyó y nunca más se le vio, jamás se supo más de él.

La gente quería sonreír, reír, aplaudir... pero no podían porque se les había olvidado.

Los más pequeños hicieron un gran esfuerzo y lo consiguieron. Los demás al verlos se fueron contagiando poco a poco y las sonrisas volvieron a las caras de todas las gentes. Las mamás pasearon de nuevo a sus hijos, los papás regresaron al trabajo y por todos los rincones se oía reír, cantar y saltar de alegría y hasta los más ancianos creyeron que todo lo que había pasado había sido la pesadilla de una noche después de una gran cena.

Todos los vecinos colaboraron en construir un enorme monumento a la PALOMA de la PAZ y ésta al verse en aquél monumento decidió que había llegado el momento de marcharse.

Y así termina el cuento de este país que desde aquel día se le llamó " EL PAÍS DE LA ALEGRÍA".

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