El agua cae sobre mi cara azotando con frialdad mi sueño y mi estupor.
Me quedo inmóvil... congelada... concentrando mis sentidos en el sonido que producen las gotas en el choque sin reparo sobre mi piel cansada. Las noto resbalar lentamente hacia el suelo, creando caminos de fuerzas gravitacionales sin retorno.
Todavía somnolienta imagino que los trayectos acuosos que crea el agua de la mañana sobre mi cuerpo, al deslizarse liviana hacia mis pies, es como una red enmarañada de líquidos hilos que me enredan como una malla inconsistente. Me siento atrapada dentro de una urdimbre de agua y piel en un despertar de Marzo cualquiera.
Cierro los ojos y bostezo.
Percibo cómo la luz del amanecer comienza a entrar tímidamente por el ventanal de cristales deformados y semitranslúcidos que limitan la ducha junto a mi brazo izquierdo... abro los ojos y me inunda una cascada de vital elemento que hace que vea la vida desfigurada y cambiante... surge un arco iris en el aire, producto fascinante de la física de la naturaleza... sonrío y me desperezo.
Mientras intento tocar la amalgama de colores semicirculares surge fugaz una imagen en mi recuerdo... quizás fue un sueño de la noche sombría y lejana, quizás una realidad ilusoria fruto del cansancio del final de un día que aparece tachado en el calendario... quizás nunca lo descubra... quizás así tiene que ser.
Y me quedo quieta, disfrutando bajo la artificial lluvia de una evocación transitoria pero llena de esperanza y alegría... me deleito en una visión, probablemente no tal ilusoria como pudiera aparentar, en la que un grupo sin género con grandes aspiraciones puestas en la idea de que el mundo puede cambiar se reúne para pensar y hacer.
Tercer Sector se llaman unos, Filantrópicos se llaman otros... yo, simplemente, los llamo humanos humanizados, justos, luchadores y visionarios.
El espejismo se mantiene combatiente entre las gotas de mi baño vespertino... mi verídica ficción... esa donde personas de gran caudal se mimetizan con otras de escasos recursos fortaleciendo un caminar conjunto hacia una utopía alcanzable... la única que logrará un verdadero y humanitario cambio del mundo inestable y decadente que nos rodea.
Esa visión no se desvanece... parece tan real que con facilidad creería haberla vivido tan solo unas horas atrás... y yo, tan solo, me dejo llevar por el agua que cae sobre mi cara, azotando con frialdad mis sueños y mi estupor adormecido... soñando un sueño que se torna real, esperanzador e ilusionante,
Todavía somnolienta imagino que los trayectos acuosos que crea el agua de la mañana sobre mi cuerpo, al deslizarse liviana hacia mis pies, es como una red enmarañada de líquidos hilos que me enredan como una malla inconsistente. Me siento atrapada dentro de una urdimbre de agua y piel en un despertar de Marzo cualquiera.
Cierro los ojos y bostezo.
Percibo cómo la luz del amanecer comienza a entrar tímidamente por el ventanal de cristales deformados y semitranslúcidos que limitan la ducha junto a mi brazo izquierdo... abro los ojos y me inunda una cascada de vital elemento que hace que vea la vida desfigurada y cambiante... surge un arco iris en el aire, producto fascinante de la física de la naturaleza... sonrío y me desperezo.
Mientras intento tocar la amalgama de colores semicirculares surge fugaz una imagen en mi recuerdo... quizás fue un sueño de la noche sombría y lejana, quizás una realidad ilusoria fruto del cansancio del final de un día que aparece tachado en el calendario... quizás nunca lo descubra... quizás así tiene que ser.
Y me quedo quieta, disfrutando bajo la artificial lluvia de una evocación transitoria pero llena de esperanza y alegría... me deleito en una visión, probablemente no tal ilusoria como pudiera aparentar, en la que un grupo sin género con grandes aspiraciones puestas en la idea de que el mundo puede cambiar se reúne para pensar y hacer.
Tercer Sector se llaman unos, Filantrópicos se llaman otros... yo, simplemente, los llamo humanos humanizados, justos, luchadores y visionarios.
El espejismo se mantiene combatiente entre las gotas de mi baño vespertino... mi verídica ficción... esa donde personas de gran caudal se mimetizan con otras de escasos recursos fortaleciendo un caminar conjunto hacia una utopía alcanzable... la única que logrará un verdadero y humanitario cambio del mundo inestable y decadente que nos rodea.
Esa visión no se desvanece... parece tan real que con facilidad creería haberla vivido tan solo unas horas atrás... y yo, tan solo, me dejo llevar por el agua que cae sobre mi cara, azotando con frialdad mis sueños y mi estupor adormecido... soñando un sueño que se torna real, esperanzador e ilusionante,
http://blog.securibath.com/2012/06/04/beneficios-de-la-ducha-fria-para-todas-las-edades/ |
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4 comentarios:
Yo también creo en ese grupo sin nombre capaz de CAMBIAR las cosas y, cuando lo pienso, me viene a la cabeza lo que, de alguna manera, también sostenía Platón. Morir para renacer.
Quizás estamos en ese momento. Quizás es el momento en el que este mundo nuestro que ha degenerado en algo inestable y decadente... haga un "RESET".
Un "RESET" para arrancar de nuevo, a paso lento pero firme y con fuerza. Y en ese instante... veremos a esos humanos que tanto necesitamos: los que, en muchos momentos, han ido apareciendo para CAMBIAR las cosas y hacer más amable la vida!
Un besazo y... me alegro de que te haya gustado el premio!
¡Hola My Acoustic Journal! No podría estar más de acuerdo con tus palabras. Poco más que añadir por ello.
Muchisimas gracias por tu premio, de verdad me sorprendió gratísimamente :D, gracias también visita y tu comentario, conocer vuestros puntos de vista me enriquece y me amplía miras sentada frente a esta pantalla que lográis humanizar desde cientos de puntos del planeta.
Un abrazo ENORME, ¡seguimos leyendonos!
a mí también me gusta mucho pensar en la ducha... o en la bañera... es un lugar relajante que se presta a ello.
biquiños,.
¡Buenos días Aldabra!
Pues sí, es mi momento de reflexión involuntaria y de inspiración... en la ducha de la mañana es en el momento en el que más ideas (personales o laborales) me llegan a la consciencia.
Un abrazo enorme y ¡FELIZ VIERNES!
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