lunes, 25 de febrero de 2013

DÍA 216: "Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia"

Últimamente hay algo en mi interior que no deja de hacerme preguntas, es inquisitivo, insistente y con bastante poca paciencia. Yo todavía no tengo las respuestas acertadas y no puedo, aleatoriamente, darle una reflexión a la altura de sus dudas, las cuales son enormemente fundamentadas y lógicas.

El caso es que podría decir que en el último medio año, y en especial en los últimos tres meses, algunos cambios en mi vida laboral me han permido estar todo lo cerca y directa que se puede estar en la gestión de un equipo maravilloso de personas que decidieron un día dar su vida a personas que lo necesitaban de una manera incondicional. Trabajar en una organización sin fines de lucro en el área de dirección con el objetivo de lograr hacer renacer esta obra de arte (y todo lo que ello conlleva) aporta infinitas satisfacciones... tantas como dudas surgen por el camino...

... y hoy comparto una de ellas, a ver si entre todos encontramos el motivo de esta conducta y puedo atacar la raíz haciendo desaparecer el misterio para siempre.

Me he podido dar cuenta que, cuando en una semana logramos alcanzar alguno de los objetivos marcados en nuestra hoja de ruta, técnicamente conocido como Plan Estratégico, y vivimos un día de alegría e intensidad emocional por el logro conseguido... al día siguiente o, más probablemente, a la semana siguiente, un extraño halo de negatividad, críticas sumergidas hacia otros compañeros y ambiente deteriorado resurge de no se sabe bien dónde empapando todas las esquinas de la institución y haciendo que la satisfacción se empañe y retrocedamos tres de los cinco pasos avanzados en los días anteriores.

Ya ha sucedido unas cuatro veces en los últimos tres meses... y agota. Agota mucho.

Es como si las cosas buenas no se valoraran, como si no quisieran aferrarse a ellas y sentir la alegría que aporta confirmar que el esfuerzo da respuestas y que, lo bonito, es disfrutar con agradecimiento y entusiasmo los éxitos obtenidos con compromiso, trabajo y motivación.

Esta conducta me tiene tan sorprendida como preocupada... pero sobre todo me tiene desorientada, pues no se bien dónde puede hallarse, con exactitud y acierto, la respuesta a tan insólita epidemia de negatividad.

Así que, aprovechando que 12:45pm es una ventana abierta y accesible, comparto esta inquietante inquietud con todos aquellos que se asoman curiosos, haciéndoles así partícipes en el peregrinaje de búsqueda de las soluciones más adecuadas.

Busco por tanto acompañantes para esta aventura donde el descubrimiento y la comprensión del comportamiento humano será nuestro mapa, un mapa sin itinerario, un mapa cambiante y desconcertante, pero un mapa lleno de asombrosas revelaciones que nos ayudaran a apreciar aún más lo complejamente bello que es el ser humano.

Así pues, presentado el rompecabezas... querido amig@ de 12:45pm... ¿qué respuesta podrías darme tu a tan misterioso comportamiento?...

http://arbolesycerezas.blogspot.com/2010/02/dona-alegria.html
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6 comentarios:

Jaime T. dijo...

¿Te acuerdas de la serie de pecados capitales?... pues ahí encontrarás tu respuesta, especialmente en la envidia, y seguramente le acompañan de la mano la "Ira" y la "Soberbia".

Docecuarentaycinco dijo...

Bueno, prefiero pensar que esos no sean los motivos... me anima imaginar que quizás la causa sea algo aún no descubierto y más positivo... llámame ingenua, llamame ilusa, pero existen tantas y tan complejas variables en este proyecto que espero que el motivo sea algo más "cultural"...
Gracias por ayudar a descubrir la causa y participar de mi búsqueda de ayuda... confio en más pronto que tarde pueda dar la respuesta adecuada.
¡Un abrazo enorme amigo!

M.G dijo...

Cuando ayer leí este escrito, estuve todo el día pensando en la respuesta que quería darte, porque yo lo tenía muy claro (siempre desde fuera se ven mejor las soluciones). Al final no pude ponerla, pero hoy sí te la hago llegar. Cuál ha sido mi sorpresa cuando he visto que Jaime coincidía conmigo. Yo tenía pensado ponerte que la solución estaba en tu escrito 69 (la envidia). Mi experiencia me ha puesto varias veces en la misma tesitura. Es lo mismo de qué grupo humano hablemos, sea colectivo sin ánimo de lucro o no. Siempre existen personas que por su envidia o sus propias carencias, ante un éxito se pone mal, aunque en el éxito haya participado. Una vez pasado el mismo se vuelven como los alacranes que además que envenenan son capaces de autoenvenenarse. Además tienen la capacidad de llevarse a ciertos elementos del colectivo consigo envenenándolos asímismo. Suele ser compleja esta situación pero siempre y mi experiencia me ha dicho que SIEMPRE están ahí y su reacción es siempre la misma. Fíjate que hasta entre solo dos puede darse. Si necesitas te puedo decir la solución que he aprendido a aplicar, aunque creo que si miras bién lo escrito por tí tanto en lo que Jaime te ha dicho como en lo que te digo yo, que conincido plenamente con él, ahí se encuentra lo que necesitas. Curioso, verdad? que coincidamos los dos desde fuera.
Espero que llegues a identificar pronto a ese o esos elementos para que los puedas controlar en lo sucesivo y refuerces a los que se dejan llevar para aislarlos y así conseguir un amplio freno basado en la ignorancia, que es el mejor antídoto.

FELIZ DIA.

Docecuarentaycinco dijo...

Hola M.G, os contaré así a lo rápido (pues ahora no tengo tiempo para explayarme), que creo que la envidia puede ser uno de los posibles factores pero no el único.
Creo que esta situación viene desencadenada por al menos tres factores entrelazados, uno puede ser efectivamente la envidia, a la que se unen la rabia (por motivos que aquí no explicaré pero que viene heredada por características historias de la institución, es complejo y delicado explicar por aquí) y una tercera que se vincula a elementos culturas (Maria Estherm lectora tambien de este Blog lo propuso en la página de Facebook de 12:45pm), pues esta tierra de acogida tiene muchas cosas buenas, pero a pesar de su exterior alegre y colorido tienen un interior constantemente mortificado y pesimista (casi han aprendido a vivir entre males, y si no existen la vida no tiene sentido). Hablar de cada uno de estos motivos me llevaría un tiempo que ahora no tengo (quizás en algún momento lo haga...), lo que sí es seguro es que los tres en unión forman un bomba de relojería dificil de controlar ;).
Además os diré que hace tiempo que tengo detectados a los interceptores, los cuales pos un motivo y otro, por una condición u otra, ralentizan enormemente este proyecto... pero eso ya es otro tema ;).
Un beso enorme, aquí seguiré trabajando por esta ilusión, porque más allá de nosotros, las personas, esta obra es MARAVILLOSA :).

matrioska_verde dijo...

los dos comentaristas anteriores lo tienen claro y yo creo que también coincido con ellos... pero añadiría en que también hay personas a las que les gusta revolcarse en la tristeza e insisten e insisten en la negatividad sin hacer nada por cambiar la situación.

pero sí, la envidia es muy mala...

biquiños,

Docecuarentaycinco dijo...

Estoy de acuerdo Aldabra, como decia en mi respuesta creo que esto sucede por varios motivos, uno si puede ser la envidia (aunque me cuesta creerlo...) pero tambien hay un factor cultural que he ido descubriendo que hace que la gente de esta tierra de acogida mia no sienta la alegria plena (no la unicvamente exterior) pro las cosas buenas.
En fin... es con lo que me ha tocado lidiar... asi que adelante, superando tropiezos siempre.
Un besazo y FELIZ DIA.