lunes, 13 de agosto de 2012

DÍA 20: ¡Ancha es Castilla!

Cuando ya estaba cansada de escribir casi a oscuras (la luz del quinqué parecía agotarse por segundos), le pregunté, delicadamente, si podía salir a la brisa del día y despejarme paseando entre las sendas de La Florida, las cuales, custodiadas por altos árboles, siempre se mantenían varios grados de temperatura por debajo del resto de la ciudad. Era agradable en esa época del año.

Ella, sobria, estoica, levantó la mirada del teclado del ordenador portatil con el que, justamente en el momento de mi interrupción, escribía una bonita historia sobre Campos de Castilla, álamos dorados, olmos secos y galerías de soledad que no se bien a dónde querían llevar al viajero lector...
 

Simplemente fijó su mirada en mí y dijo: 

"Para que algo perdure se tiene que partir de la libertad de querer mantenerlo" 

... y nuevamente se concentró en la laberíntica historia con la que dejaba volar su imaginación incombustible.

Perpleja salí de aquella gruta. Silenciosa...

Estuve paseando hasta que el Sol comenzó su descenso, momento en el que me senté a descansar en un banco de madera en el que tambien descansaba un hombre anciano de esos de elegante sombrero y bastón de madera pulido.

Antes de poder iniciar cualquier conversación, el hombre, con mirada perdida, me dijo:

"Debes aprender algo antes de embarcarte en cualquier proyecto.
Eres libre para elegir el camino.
Eres libre para elegir cambiar de camino.
Libre para finalizalo.
Y libre para comenzarlo tantas veces como desees. 
Eres libre, pero aún no lo sabes... el miedo al esfuerzo y al dolor por separarte de tus grilletes no te dejan saber que eres libre.
Debes perder tu libertad para saber lo que significa ser libre y así lograr que todos tus proyectos se mantengan en el tiempo.
Mientras te sientas atada, obligada, esclavizada... jamás avanzaras en tus planificaciones, jamas caminarás por la senda que te lleva ser lo que sueñas"

Intrigada por sus espontáneas reflexiones sobre caminos de ida y vuelta, pero con un extraño ánimo renovado e inusitada energía en mi alma, me levanté dispuesta a regresar a la cueva para continuar con nuestra aventura digital. 

Me giré en mitad del camino, esperando encontrar al anciano meditando aún en su banco, para agradecerle, con efusividad, los minutos de luz que había compartido conmigo... pero él ya había reiniciado, como yo, su camino de regreso a casa... el banco se había quedado vacío...

...igual que la cueva donde horas antes le había dejado a ella.


Sin embargo, en medio de este abandono involuntario, yo únicamente podía ver, emocionada, cómo cientos de caminos a mi alrededor... giraban como una ruleta esperando mi decisión... Os confesaré que en aquel momento, rodeada de oscuridad, silencio y abandono, sentí, despues de mucho tiempo... ¡libertad!.

Regresé paseando a casa, alegre, pensativa y... nerviosa... sospechaba que ella me asaltaría en cualquier momento a lo largo de mi trayecto... o quizás no... al fin y al cabo ella sí es un alma libre y lleva escrita en su mirada lo ancha que es Castilla... 



2 comentarios:

aita y ama dijo...

Precioso. A Aita y a la menda nos ha gustado mucho.

Docecuarentaycinco dijo...

Me alegro mucho!!
Disfrutad de esos caminos que ahora recorreis, y sacad muchas fotos!!
Un beso muy grande!