lunes, 1 de abril de 2013

DÍA 251: Siga recto o coja la primera salida a la derecha

Definitivamente, tras unos días de deseado descanso rutinario, tras unas semanas previas de cambios, tras dos años de rupturas y repeticiones en usanzas, hábitos y costumbres,  llego a la conclusión de que tan peligrosa es la rutina como el cambio permanente.

El ser humano necesita cambios, retos, rupturas a la comodidad, salir de sus zonas de confort (que son muchas, variadas y peligrosamente enraizadas), pero indudablemente también necesita de vez en cuando establecerse por un breve lapso de tiempo para retomar su punto de equilibrio y volver a ver las cosas con nueva perspectiva tras la agitación.

En eso consiste la vida, en sacudidas y en reposos... en líneas curvas y en zigzags... en alteraciones y en tradiciones.
http://www.eoidegranada.org/jla/la-secretaria/cambio-extraord.html

Sucede que en ocasiones las sacudidas, los temblores ejercidos sobre la usanza, llegan sin avisar... en otros momentos son previstos y deseados, también pueden ser eternamente soñados y cuando llaman a nuestra puerta entrar en pánico y no abrirles dejando así pasar la oportunidad de su visita. 

Los cambios pueden ser pequeños, grandes o de tamaño intermedio, pueden ser ruidosos o silenciosos, imperceptibles o desmesurados, amigos o enemigos... en definitiva, los cambios son absolutamente moldeables y personalizados a cada uno de nosotros, pues un mismo cambio puede ejercer diferentes acciones y fricciones sobre personas distintas e incluso sobre la misma persona tener efectos individuales dependiendo del momento en el que aparecen en la vida de la persona.

¿Cambiar o no cambiar? E ahí la decisión.

Desde mi punto de vista, como casi todo en esta vida, la decisión de asumir cada reto y cada cambio es relativa, subjetiva y particular... sin embargo, de lo que sí estoy plenamente convencida es de que la ruptura de la rutina es tan primordial y necesaria como vivir momentos puntuales de hábito, ambos deben ir intercalados de manera constante, ya que si tras un cambio nos acomodamos en la rutina nuevamente, el ejercicio, el sacrificio y el esfuerzo invertidos se habrán quedado a medias.

También hay que ser conscientes de que gracias a los cambios los momentos de rutina nunca serán iguales a los anteriores, lo que significará que estaremos fortaleciéndonos, mejorando y aprendiendo habilidades de afrontamiento a la vida, transformándonos en seres más resistentes y, sobre todo, evolucionando.

Al fin y al cabo, en eso consiste estar vivo... en renovarse incesantemente o... en morir una y otra vez hasta la despedida definitiva.
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4 comentarios:

M.G dijo...

NO TENGO NADA MAS QUE AÑADIR.

Por un casual no habrás entrado en mi mente?. Es broma.

Feliz regreso que éste también enriquece.

Un Abrazo.

Esteban dijo...

Leí una vez, que un periodista le preguntó a Einstein: "¿Qué es la vida?" Y le contestó: "No sé, sólo sé que es algo que se mueve".

Pienso que el cambio es tan inherente a la vida que algunas veces, al menos, actúa independientemente de nuestra decisión cuestionando nuestra libertad.

Me ha gustado el vídeo y la entrada, las suelo leer, las disfruto, pero se suceden demasiado rápido para mi tiempo.

¡Saludos!

Docecuarentaycinco dijo...

Hola M.G, me alegra mucho que te haya gustado ;).

¡Un abrazo enorme!

Docecuarentaycinco dijo...

¡¡HOLA ESTEBAN!! Que alegría leerte por aquí de nuevo.

Me gusta el punto de vista de Einstein, ¡siempre tan certero!.

Se que el ritmo de 12:45pm es como la velocidad de luz para la vida de muchos de nosotros (incluida yo misma) pero me tiene atrapada como en un agujero negro... no se a dónde me llevará ni cuándo frenará el viaje... mientras tanto aquí seguiré y estaré encantada que siempre que te apetezca y tengas un ratito te asomes por aquí.

Gracias por, a pesar del poco tiempo, decidirte a visitarme, leerme y darme tu opinión ;).

¡¡Un fuerte abrazo y FELIZ SEMANA!!