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No fue casual mi ausencia. Tampoco fue fácil.
2015 llegó como un terremoto a mi vida. Se suponía, allá por el mes de
diciembre de 2014, cuando uno comienza a fantasear con lo que el nuevo año le
deparará y hace sus planes con una ingenuidad y una imprudencia absoluta, que
este año al que le faltan (gracias a Dios y al paso de las hojas del
calendario) tan solo 2 meses para echarle el cerrojo, iba a ser uno para
cumplir algunos sueños. Se suponía, según la teoría sin fundamento en la que
vivía hace 12 meses, que este 2015 iba a ser un año bueno y condescendiente.
Nada más lejos de la realidad, queridos y queridas.
Aunque no venga especificado en ningún manual de blogs de escritura loca y
descocada, personalmente me siento en la necesidad de dar alguna explicación a
mi ausencia… por pequeña que sea, la explicación, no la ausencia.
Hoy al fin puedo deciros que el lunes 26 de enero de 2015, a tan solo horas de mi
regreso a Tierra de Acogida después de haber disfrutado de las Navidades al
otro lado del océano, tuve inesperadamente mi primera visita médica de este annus horribilis. Ese día se abrió la
puerta a una procesión médica que me ha tenido en vilo durante muchos
(demasiados) meses.
Os cuento que esa primera visita del 26 de enero tuvo un motivo
relativamente liviano (eso lo se ahora)… porque lo verdaderamente duro llegó en
otra cita de rutina un día del mes de febrero para olvidar en lo más profundo
de mi recuerdo emocional.
Ese día, tachado hoy en rojo en mi calendario de fechas abandonadas, tuve una visita de rutina al médico que acabó en llanto y desconsuelo. Fue mi jueves
negro.
El caso es que ese día abrió la puerta a muchos meses de pruebas, incertidumbre,
noches de insomnio, lágrimas, tratamientos dolorosos, almas rotas y un sinfín de
cosas más que suelen suceder cuando alguien está en un proceso de salud
delicado.
Sí, todo esto pasaba mientras yo procura seguir con cierta normalidad trabajando
con coherencia en mi vida diaria e intentaba asomarme cada madrugada por esta
ventana que es nuestra casa. Mi refugio.
El caso es que llegó el día en el que, por fin, pude poner en mi agenda
personal la fecha de la cirugía. En el mes de mayo decidimos, por conenso y de mutuo acuerdo entre el médico, mi salud, mis temores y yo, que el jueves 9 de julio de 2015 sería
mi operación.
El mes de mayo fue igual de difícil que el resto de los meses del año y aunque
os aseguro que procuré continuar con las publicaciones por esta nuestra
ventana, la realidad es que las cosas dentro de mi cabeza se hicieron demasiado
complejas.
Decidí esconderme durante unos meses.
Y así os cuento esta historia de abandono temporal. Debo confesar que os he
echado tremendamente de menos, pero no me veía con fuerzas para tratar a
12:45pm como merece, para darle el mismo cariño y respuesta que él me ha dado a
mi durante mucho tiempo, para enfrentarme a una pantalla en blanco que, como un
arma de doble filo, me sirve de catarsis y al mismo tiempo de exploración a las
profundidades más reflexivas.
En fin, cosas del pasado.
Hoy, 31 de octubre de 2015, día de Halloween por estas latitudes del mundo,
como si fuera el retorno de los muertos, como si fuera una celebración a lo más
oscuro y oculto, como si no importara nada y el mañana nos abriera la puerta de
nuevo, hoy, regreso.
Yo pienso celebrarlo, el regreso, no esta festividad de disfraz y caramelo
que me ha llegado en la vida como una conmemoración postiza. Así que si deseáis
uniros, aquí hay sitio para todos. Esta siempre ha sido vuestra casa.
Me alegra mucho veros de nuevo. Nunca me olvide de vosotros. Nunca me
olvidé de mi misma en el camino, aunque las cosas no hayan sido fáciles… pero en
eso consiste la vida:
PASE LO QUE PASE, PESE LO QUE PESE… ¡ADELANTE SIEMPRE!
PD. La operación fue todo un éxito. Hoy de aquello
tan solo me queda una cicatriz de guerra y una fortaleza renovada
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Gran sorpresa la de hoy. Me conecto y encuentro que has vuelto!!!!
ResponderEliminarCómo te echaba de menos, amiga.
Qué suerte para todos que tus grandes males hayan quedado muy lejos.
Gracias por volver.
Hoy es un gran dia para celebrar !!!!
¡Qué bueno que volviste!
ResponderEliminar¡Cuánto me alegro! E infinito que estés bien y se haya pasado ese tremendo susto.
Te diré algo que tuve la suerte de que me dedicasen un par de veces en mi vida en situaciones muy diferentes; la primera vez fue una mujer, la segunda un hombre. "Dios te tenga en el hueco de su mano".
Un fuerte abrazo.
(Voy a celebrar, no tengo un rioja alavés a mano pero sí un vino catalán muy digno, ¡va por vos!)
Me alegro mucho de tu vuelta.
ResponderEliminarM.G. gracias por tu mensaje y tu paciencia. Como ves me decidí a volver y si vosotros habéis quedado sorprendido por este repentino regreso, yo no lo estoy menos al ver que seguís fieles e igual de felices. Que la celebración dure por mucho tiempo!
ResponderEliminarQue tengas un maravilloso día, semana y mes… como mínimo.
Queridísimo Esteban, que alegría leerte de Nuevo por aquí. De verdad que los regresos así te llenan de una energía indescriptible… si tenía alguna mínima duda de si seguiríais visitando mi casa tras tantos meses de ausencia repentina, ahora ya no queda rastro de ella. GRACIAS por tus palabras de ánimo y por tu celebración de brindis y felicidad. Que duren por mucho tiempo esas cosas en alto y a adelante siempre!
ResponderEliminarGracias también por compartir tan hermosa frase y sentimiento… quien diga que el ciberespacio es frío e insolente, es que no os conoce a ninguno de vosotros.
Gracias por tu paciencia y por saber esperar… confío que la vida me de una tregua para poder seguir adelante con mis añoradas publicaciones.
Un abrazo muy fuerte amigo!
Muchas gracias Cuentó... yo me alegro tanto de volver que no tengo suficientes palabras de agradecimiento.
ResponderEliminarAhora espero que tengamos mas tiempo para seguirnos los pasos por aqui.
YO tambien os echaba de menos... y lo sabes ;).
Un besazo enorme.