Paseando una ajetreada tarde por las calles de una bonita ciudad del norte del país, sin mediar palabra giró sobre sus pasos unos segundo y me dejó caminando sola.
Se adentraba, sin previo aviso, en un local especializado en comunicaciones. No imaginéis nada elitista ni contemporáneo, entró, con la mirada estática en su objetivo, a un locutorio en el que tenían habilitado un espacio con computadoras para videoconferencias.
Se adentraba, sin previo aviso, en un local especializado en comunicaciones. No imaginéis nada elitista ni contemporáneo, entró, con la mirada estática en su objetivo, a un locutorio en el que tenían habilitado un espacio con computadoras para videoconferencias.
"Cóbreme quince minutos. No me llevará más tiempo"
Una vez formalizadas las gestiones pecuniarias previas, escogió cuidadosamente su cubículo y comenzó su peculiar investigación navegando a través de la pantalla.
Yo la esperaba, sin preguntas y con paciencia, sentada en la entrada releyendo una vieja revista (pude ver en su esquina inferior derecha que estaba fechada en Abril del año 2008).
Enfrascada en mi superficial lectura... sobre la vida y sinsabores de la socialité internacional... me sobresaltó una voz desde la puerta de salida diciendo...
"Vámonos ya, he visto todo lo que tenía que ver.
Prosigamos nuestras tareas"
Pasó toda la tarde ensimismada... evadida y evasiva, hasta que finalmente, cuando llegó a las conclusiones pertinentes a través de su diálogo interior me dijo:
"¿Cualquier tiempo pasado fué mejor?...
...me resulta curioso ver cómo muchas de mis amistades comparten, en estos últimos tiempos en los que el mundo gira apesadumbrado sin esperanza y con pocas fuerzas, recuerdos en forma de fotografías, textos, videos o emociones estréchamente ligados con un pasado luminoso y floreciente... antiguas décadas de esplendor entusiasta.
Me resulta curioso y preocupante que ese aferrarse al pasado evite mirar hacia el presente y hacia el futuro.
Echar la vista atrás siempre es bueno y necesario... pero no para quedarse inerte y estático en el pasado, no para rumiar incesantemente y con melancolía que cualquier tiempo pasado fue mejor...
...sino para nutrirse de esperanza y traer al tormentoso corazón del presente aquellas emociones fulgurantes, logrando evitar que se marchiten las esperanzas futuras y construyendo un mañana sobre los pilares del ayer, pero con techos, paredes y vivencias de otros tiempos posteriores"
Al llegar a casa, antes de iniciar el rutinario proceso diario de elaboración de mi cena, encendí el ordenador y en el silencio de aquel ruidoso mundo cibernético comprobé, a solas, que sus palabras tenían mucho de certeras...
Me invadió cierta melancolía y preocupación... desesperanza...
... hasta que choqué, frente a mi pantalla, con algunas emotivas fotografias que me abstrajeron de mi pensamiento y me arrastraron, como a tantos otros, a navegar por el pasado, olvidando dónde estaba mi presente y mi futuro... olvidando, quizá voluntariamente, las palabras que ella había dejado en mi corazón hacía un par de horas con la esperanza de que yo tambien formara parte de la construcción de un mundo nuevo...
... quizá lo deje para mañana, ahora me reconforta regodearme en décadas pasadas... aun sabiendo los peligros que ello conlleva... aun sabiendo que caer en sus longevas redes de ilusión descolorida puede atraparme en un mundo de obsoleta utopía...
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PASADO, PRESENTE Y FUTURO, TODO EN SU JUSTA MEDIDA; los tres conforman lo que somos.
ResponderEliminarbiquiños,
Así ha sido, así es y así será... ayer, hoy y mañana ;).
ResponderEliminar¿Cómo estás? ¿Qué tal todo?
¡¡Feliz día Aldabra!!
Un beso muy grande
El pasado nos sirve de trampolín al futuro. La cuestión es que lo conocemos y podemos escoger de él lo que nos interese para traerlo al presente. El futuro es desconocido y necesita dosis de esperanza, optimismo y trabajo presente. Contenido interesante del vídeo.
ResponderEliminarBuena reflexión.
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias!!
Un beso y feliz día.
Ah! El pasado! Ahí hay un señor que nos es conocido! Jajajajaja
ResponderEliminarSí! El pasado es por todos conocidos y el señor de la foto no por todos pero si por muchos!! jajaja.
ResponderEliminarEsa foto haciendo de León de la Metro es una de mis favoritas... ya presagiaba que mi vida sería peliculera ;).
¡Muchos besos y feliz día!