Os cuento que durante algún tiempo le perdí la pista. Luego supe que ese extravío fue voluntario... por su parte, desde luego.
Un día cualquiera, espontánea, me confesó:
"Quise desaparecer un tiempo de tu vida, para que me echaras de menos.
Y regresar a tí cuando tu cariño y añoranza fueran tan grandes que a mi regreso, con tus abrazos, corriera el riesgo de asfixiarme"
Y regresar a tí cuando tu cariño y añoranza fueran tan grandes que a mi regreso, con tus abrazos, corriera el riesgo de asfixiarme"
Me miró fijamente y me sonrió como una niña traviesa conocedora de sus fechorías.
Le devolví la sonrisa... halagada... aún recordando aquellos tiempos donde la falta de noticias por su parte supuso en mi un gran dolor y desconsuelo. Pero había aprendido a descubrirla pacientemente y sin exigencia... y, al hacerlo, supe que así era ella... compleja... impredecible... imposible enojarse con sus desmanes de buen fondo. Como si fuera una niña pequeña desconocedora de sus travesuras.
Nunca he sabido si aquella confesión era real o no... creo que su declaración se vinculaba más a la necesidad de perdón y al desahogo por causarme dolor que a una simple justificación... pero eso ella jamás me lo diría... heriría mis sentimeintos y esa sería su mayor condena.
Nunca he sabido si aquella confesión era real o no... creo que su declaración se vinculaba más a la necesidad de perdón y al desahogo por causarme dolor que a una simple justificación... pero eso ella jamás me lo diría... heriría mis sentimeintos y esa sería su mayor condena.
Desechado ya el dolor de aquellos días os diré que, de su ausencia, me quedo con una sola cosa... la confirmación a mis sospechas de que no siempre la distancia es el olvido... desgraciadamente a veces nos mostramos demasiado rigidos intentando clasificar emociones con axiomas contundentes, unidireccionales y sin camino de ida y vuelta...
Hoy me alegro de haber sido paciente y poco exigente... gracias a eso nuestra amistad se ha hecho más sólida y continúo disfrutando de su impredecible forma de ser... lo cual hace la vida tremendamente más divertida... pero qué os voy a contar yo que vosotros no sepais a estas alturas del relato...
Hoy me alegro de haber sido paciente y poco exigente... gracias a eso nuestra amistad se ha hecho más sólida y continúo disfrutando de su impredecible forma de ser... lo cual hace la vida tremendamente más divertida... pero qué os voy a contar yo que vosotros no sepais a estas alturas del relato...
____________________
8 comentarios:
Confirmado! la distancia no es el olvido! Siempre cada persona tiene su hueco en mi corazon, que otra no llena por mucho que lo intente. Cada uno en su lugar!
¡¡Totalmente de acuerdo Mayka!! ¡Un beso enorme y FELIZ DIA!!
¡ Ay el olvido, el olvido!
Ni siquiera lo que más a fondo queremos olvidar y ni por mucho empeño que se le ponga, llega a olvidarse. Hay veces que se puede despistar por algún rincón del alma, pero nada más que se presente un pequeño detalle, aflora como a tiempo real. Ni la distancia métrica ni temporal consiguen la función del olvido. Es éste un fraude?. Lo digo porque no cumple su función, sólo si padecemos una demencia lo consigue, pero nada más para lo que es actual porque lo anterior siempre retorna.
Besos.
Bonitas palabras M.G.
Un beso enorme y que no se te olvide... ¡¡FELIZ DIA!!
Es muy bonito este pensamiento-emoción. Eduardo Punset recoge, en su libro el viaje al amor, que las actuales investigaciones cinetíficas apuntan a que la evolución de las emociones son una función de la frecuencia de los estímulos más que de la intensidad de estos. El olvido por lo tanto, es un factor minorante de la emoción según estos planteamientos. Pero... ¿quien puede negar que la añoranza y el recuerdo de la ausencia no sea un estimulo que aumente esta emoción? :)
¡Hola David! Muchas gracias poo tu comentario.
Podría hablar pantallas y pantallas sobre el olvido y sus efectos (positivos y nocivos, que de todo hay), pero prefiero dejar píldoras que remuevan el alma al lector y dejarle a él las propias conclusiones... como acabas de hacer tu :).
Bienvenido, creo que antes no habías comentado, estaré encantada de que, si te apetece, te asomes por aqui más veces y compartas tus conocimientos y pensamientos con nosotros... ¡eres muy bienvenido!.
Un abrazo muy fueret y ¡¡FELIZ TARDE-NOCHE!!
Es placer tu invitación y a ella raudo acudiré. La verdad es que me estaba perdiendo un espacio (este, tu espacio) fascinante... tengo que leerme todos y cada uno de los días.
Y yo estare encantada de que me des tu opinion (lo agradecere enormemente).
Un abrazo enorme y ¡feliz dia!
Publicar un comentario